Capítulo 30

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Pocos minutos después estamos los dos, de un último empujón, tumbados en la cama respirando como si nunca lo hubiéramos hecho.

Justin sale de mi poco a poco, me besa y se va al baño a quitarse el preservativo.

Escucho como enciende el grifo de la bañera y viene hacia mi habitación, sólo iluminada por la luz del baño. Estoy tumbada en la cama, cansada, justo cuando aparece Justin delante de mis ojos completamente desnudo, es mucho más perfecto de lo que me habia imaginado jamás. Esos tatuajes en los brazos sólo hacen que quiera desearle más porque encajan perfectamente con él, le hacen tan perfecto que no quiero que esta imagen se vaya nunca de mi cabeza.

Se sienta en la cama y me acaricia la cara.

-Nos metemos juntos en la bañera?

Asiento y me levanto poco a poco de la cama sintiéndome un poco extraña aunque no puedo dejar de sonreír. Me da vergüenza salir de la cama desnuda y con las manos me tapo.

-No tienes nada que esconder ____, no tienes que sentirte avergonzada de tu cuerpo. -Sus labios tocan mi oído.- A mi me encanta.

Me sonrojo y vamos directos a la bañera, se mete él primero y luego yo delante él pegando mi espalda a su pecho. Este momento, los dos en silencio y con una tranquilidad que hace que casi me quede dormida.

Media hora después, estamos los dos en pijama en el sofá de mi comedor con un sanwich cada uno que ha preparado Justin.

-Quiero que nos conozcamos más de verdad, pero nosé como empezar.

Por un momento no se que decirle pero decido empezar a hablar.

-Empiezo yo y así te ayudo. -Asiente.- Me gusta mucho bailar, leer novelas de amor y ver películas de miedo. Me encantan los tatuajes así que ya puedes sentirte feliz porque tus brazos me encantan -Su sonrisa me hace sonreír a mi también.- No soporto las mentiras ni los insectos, aunque me encanta ir a la montaña. Y bueno, mi familia no tiene mucho que desear, mi padre es dueño de NSN, es una empresa que... -me interrumpe.-

-Lo sé, se que tu padre es dueño de esa enorme emperesa.

-Como lo sabes?

-Sigue explicándome.

Me quedo paralizada un momento porque no entiendo como lo puede saber, pero sigo explicándole.

-Mis padres viajan mucho por negocios ya que mi madre también trabaja y en cuanto tienen un momento pues también viajan o se van de hotel, vamos, que en cuanto pueden se escaquean de estar en este pueblo.

-Y nunca vas con ellos?

-La mayoria de veces o viene Carlos conmigo, o no voy, no me gusta estar todo el rato yendo de compras, comiendo en restaurantes y sin parar. Soy más de quedarme en casa, haciendo mis cosas y tranquila.

-Y Carlos y tu alguna vez..?

-No, nunca hemos tenido nada, él y yo somos amigos de hace muchísimos años pero nunca hemos llegado a tener nada porque bueno, él pasa de enamorarse y yo de que él sea mi novio, ya que nos llevamos tan bien, que nos queremos como si fueramos de la misma familia, es extraño, pero si me acostase con él, seria como hacerlo con un propio hermano y eso me da escalofrios. -Me rio por la tonteria de ejemplo que he puesto, pero tengo razón.- Bueno y tú?

-Mi vida es mucho más simple. Mis padres viven en otro País ya que por trabajo les salía mejor irse de aqui y yo decidí quedarme porque me gusta dónde vivo, me gusta lo que hago y se que allí no podria hacerlo agusto.

-Las peleas?

-Aunque no lo entiendas, las peleas són mi vida, tampoco sé como explicartelo, pero són las que me han ayudado a seguir adelante de toda esta mierda.

-Con ''toda esta mierda'' a que te refieres?

-A que mis padres nunca me han querido como los tuyos a ti, no tengo hermanos y tampoco he tenido nunca un amigo de verdad a excepción de Daniel, pero a él solo le veo una vez por mes ya que vive en una ciudad lejos de aqui. A los quince años empecé a acostarme con chicas por simplemente placer. Yo era el chico más guapo de mi clase y de mi grupo de amigos entonces tener relaciones sexuales con esas chicas hacia que me sintiera mejor, me sentía más vivo. Con más ganas de seguir adelante porque la única preocupacion que tenia era ponerme el preservativo para no dejarlas embarazadas. Pero un dia, el novio de una de estas chicas con las que me habia acostado, vino a partirme la cara y lo consiguió. Pero al dia siguiente fuí yo a por él y apareció con tres tios más. Mientras ellos me pegaban yo estaba pensando en la mierda vida que tenía y como había habia llegado a esto, a la mierda de vida que me dieron mis padres que con ocho años me dejaban solo en casa con una olla llena de pasta hervida y dos semanas solo, alimentándome de eso y cuidando de mi mismo. Y acordándome de todo eso, cogí toda esa rabia y me levanté del suelo encarándome con esos tres tios.

-Que pasó?

-Les dejé a los tres en el suelo, yo con quince años les habia ganado a tres tios de diecisiete, a partir de ese momento, me di cuenta que pelear, era mucho más placentero que sentirme como una mierda dentro de mi casa. Me adentré a la vida de las peleas y el sexo con las chicas que venian a las peleas, bueno, ya las viste, las que vienen para provocar y llevarse un buen polvo, y por muy asqueroso que sea, a veces ayudan a quitarte problemas. Pero de repente, algo apareció y se me quitaron las ganas de acostarme con más chicas y me centré más en mi mismo.

-Apareció alguna amiga tuya de la infancia o conociste a alguien que te ayudó?

-Apareciste tú ____.



Hold TightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora