Capítulo 75

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Entre llantos, sonrisas y abrazos, acabamos despidiendo la noche con mis padres y Carlos cenando en casa.

Mañana tengo la ecografía para que me digan si es niño o niña. Estoy nerviosa, sinceramente tengo muchísimas ganas de poder saber que ropa voy a comprarle o como voy a decorar su habitación.

-Bueno cariño, vuelvo a deciros que estoy muy orgulloso de vosotros, que tengo muchas ganas de ver a tu madre estresada por la preparación de la boda y de saber si voy a tener un nieto o una nieta. -Mi padre me da un último beso en la mejilla y salen por la puerta.-

-Adiós, y muchas gracias. -Responde Justin.-

Cierro la puerta detrás de ellos dejándonos solos por fin, en nuestra casa, después del dia tan ajetreado y lleno de sorpresas que hemos tenido.

-No vuelvas a hacerme sufrir así porfavor, he estado horas sentada al lado de la puerta esperando a que llegaras.

-Te prometo que el mundo de las peleas se han acabado. No te puedo prometer que no te haga pasarlo mal alguna vez cuando nos peleemos o cuando me mandes a dormir al sofá pero te juro que como lo que has pasado hoy, no te lo voy a hacer pasar así nunca más. Me destroza por dentro saber que sufres por mi culpa.

-Sinceramente sólo tengo ganas de tumbarme en la cama, mirar al cielo, relajarme y saber que estas a mi lado para dormir.

-Vamos a dormir y ya mañana recojo el comedor y la cocina.

Sonrío y subimos hasta la habitación. Nadamás llegar a la cama, una nausea aparece y voy corriendo como puedo al baño y vomito. Justin me coge del pelo para quitármelo de la cara y no ensuciarme haciéndome una coleta.

-____, has estado así todo el día?

Asiento

-Mierda! Lo siento por no estar a tu lado.

Coloca sus manos sobre las mias y me ayuda a levantarme. Nos acercamos al lavamanos, me pone agua en la nuca y me ofrece un vaso de agua para enjuagarme la boca.

-Justin, no pasa nada de verdad, es algo normal teniendo a alguien dentro de mi. -Sonrío mirandole mientras pongo mi mano encima de la barriga y Justin su mano encima de la mia.-

Sonriendo como quinceañeros, vamos caminando hasta la cama para tumbarnos boca arriba y no tardar en caer en un profundo sueño.


Hold TightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora