*ESTE CAPÍTULO INCLUYE CONTENIDO ADULTO QUE PODRÍA HERIR SUSCEPTIBILIDADES, POR SUPUESTO DEPENDE DE LA PERSPECTIVA DE CADA QUIEN.*
Mis amigas se van a pasear por París y yo voy al salón de baile, y así como dije, bailo, bailo y bailo. Nunca pensé que unos días sin bailar bajaran mi rendimiento, por lo que intento ponerme en forma de nuevo, pero sobre todo, intento sacudir la confusión de mis pensamientos y me concentro en sacar a Sebastian de mi mente y de mi corazón.
Sé que no será fácil, pero estoy decidida a hacerlo, así tenga que bailar cada segundo del día.
No quiero pensar más en él.
Bailo por horas, hasta que las piernas no me dan más, apago la grabadora y comienzo a recoger mis cosas. De repente alguien apaga la luz del salón, sólo un leve fulgor entra por una ventana. Giro mi cabeza hacia la salida y veo la figura de Fabienne Dufour, asegurando por dentro la puerta del salón.
—Fabienne, no es gracioso, enciende la luz —le ordeno, pero él ignora mi petición y camina lentamente hacia a mí, como un depredador que acecha a su presa. Yo no me muevo, no quiero que se percate de que le temo—. Fabienne, ¿qué es lo que quieres? —pregunto exasperada.
—A ti —declara sin preámbulos.
Incrédula y aterrorizada por su respuesta, niego enérgicamente y de forma instintiva doy dos pasos atrás.
—No te me acerques —le advierto con la voz embravecida, pero él no se detiene. Decidida, camino hacia la puerta, rodeándolo, más él no me permite llegar muy lejos. Me agarra bruscamente por la muñeca y yo grito aterrada— ¡No! ¡Suéltame, no me toques! —exijo sin éxito, él me aprisiona entre sus brazos e intenta besarme mientras me acorrala contra una pared.
Estoy muerta de miedo, me siento presa del pánico, pero tampoco quiero que me toque así que me resisto tanto como puedo.
—¡Hueles tan bien! —dice mientras roza su nariz en mi cuello.
Intento tranquilizarme y razonar para buscar la manera de escapar de él.
—Fabienne te lo ruego, suéltame —imploro, fingiendo serenidad—. Si dejas que me vaya, no le diré a nadie de esto, incluso bailaré contigo —prometo para convencerlo de que me suelte, aunque ni muerta pienso bailar con él.
—No, no te soltaré y de cualquier modo bailarás conmigo —asegura pegando su cuerpo al mío.
Me doy cuenta de que no tiene intención de detenerse y regreso a mi lucha por zafarme de él y lo hago con uñas y dientes. Sus manos recorren mi cuerpo con caricias toscas, llegando a mis senos y a mi entrepierna. Me resisto a su ataque, pero inevitablemente el pánico se apodera de mí y comienzo temblar. Deja de tocarme para agarrarme por la cintura y me levanta sin dificultad, termino recostada en el duro y frío piso de madera, aprisionada por su peso. Aún sabiendo que es imposible quitármelo de encima, no desisto, forcejeo, pataleo, gruño, muerdo, rasguño..., pero todo parece ser inútil, él no afloja su agarre.
Con una de sus manos, Fabienne sujeta las mías por encima de mi cabeza, mientras que con la otra, baja mis mallas violentamente.
—¡No! ¡Por favor, no! ¡Nooo! —chillo y grito como una posesa, que aunque es poco probable que alguien me escuche porque a esta hora no hay nadie en los salones, pero lo intento todo, todo.
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Mila, Mi Pequeña Bailarina #PNovel
Teen FictionSINOPSIS: El ballet es mi redención, donde encuentro la calma que me ayuda a sobrellevar todo aquello que atormenta mi vida. Dicen que soy la mejor, y he luchado para que así sea; el cuento de hadas, solo vive en el escenario, cuando me levanto sobr...