Me incorporo de golpe, de nuevo las pesadillas me despiertan y no entiendo por qué también Nikolai se ha metido en ellas. Respiró agitadamente, mientras observo donde estoy.
—¿Una pesadilla? —giro a mi lado al escuchar la voz de Sara que está sentada a mi lado en un sillón.
—Hola —musito cuando salgo de mi aturdimiento.
—¿Cómo te sientes? —me pregunta.
—Creo que mejor —miento— ¿Qué horas son? —pregunto.
—Las tres de la tarde —responde.
—Dios, he dormido mucho —comento mirando mi mano y constatando que lo que me sucedió, no fue solo una pesadilla.
—No creo que lo suficiente, te ves terrible —dice Sara quitándole seriedad al momento.
Rio con incredulidad. Sé lo mal que luzco, sin embargo me causa gracia como Sara lo dice.
—Lo sé, no necesitas recordármelo —digo haciendo un gesto de dolor al cambiar de posición—. ¿Qué haces aquí?
—Sebastian nos habló, pensó que necesitarías hablar con alguien. Siento mucho no haber respondido tus llamadas —dice apenada. Yo alzó mis hombros.
—¿Nos? —le pregunto.
—Sí, Olivia y Jason también estuvieron aquí, tuvieron que irse pero regresaran más tarde.
—No es necesario, estoy bien —le aseguro.
—Y como no, con Sebastian cuidando de ti —menciona guiñándome un ojo.
Vuelvo a recostarme de lado, me siento tan cansada y me duele todo el cuerpo como si me hubieran apaleado. Oh, ahora que lo recuerdo, eso fue lo que pasó.
—Créeme, yo no quiero estar aquí. Por eso fui a buscarte a tu departamento —le cuento con amargura.
—¿Por qué no? ¿Acaso Sebastian no cuida bien de ti? —pregunta con sarcasmo.
—Al contrario, se ha desvivido en atenciones. Pero él no quería saber más de mí, más tengo tan mala suerte, que tuve que encontrármelo justamente a él.
—Yo no creo que sea mala suerte, al contrario. Tal vez si no hubiera sido él quien te encontrara, hubieras sido noticia en los titulares, "Encuentran muerta por hipotermia a la Niña de Oro del ballet, en Coney Island"—dice con sorna.
Sonrío con amargura, pero mi vista está fija en el nublado cielo a través de la ventana.
—Tal vez eso hubiera sido lo mejor —respondo en voz baja.
—No seas tonta y deja de hablar de morirte o yo misma te mataré para ver si reaccionas. —Sara vuelve hacerme reír. Ella con su forma de ser, siempre le quita dramatismo a los momentos oscuros.
—Entonces creo que tendré que seguir soportando mi horrible vida. Lo menos que quiero es que vayas a la cárcel por asesinato —bromeo también.
—Por favor, y gracias por ser tan considerada conmigo y mi libertad —continua con la broma.
—¿Sebastian? ¿Donde está?
—Fue a hacer unas compras, no quería ir y dejarte sola, pero creí que le haría bien despejarse un poco. Cuando nos llamó se escuchaba muy alterado, le aseguré que yo cuidaría de ti —me cuenta con tono despreocupado.
—Gracias por estar aquí —le agradezco— Sara... —dudo antes de continuar.
—¿Si?
—¿Puedo quedarme contigo esta noche? —le pido con angustia en la mirada.
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Mila, Mi Pequeña Bailarina #PNovel
Teen FictionSINOPSIS: El ballet es mi redención, donde encuentro la calma que me ayuda a sobrellevar todo aquello que atormenta mi vida. Dicen que soy la mejor, y he luchado para que así sea; el cuento de hadas, solo vive en el escenario, cuando me levanto sobr...