Tres semanas han pasado desde que salimos de New York, tres largas semanas extrañando a Sebastian como desesperada, a pesar de nuestras constantes llamadas y mensajes. Estos días me he estado alimentando lo mejor que puedo y controlando mis impulsos por sacarlo todo en el inodoro, pero evitando a toda costa las grasas y los carbohidratos, sin importarme la insistencia de mis amigos por que pruebe la comida Australiana. Nunca me atrevería a probar la carne de canguro. Aunque si lo pienso un poco, sé que Sebastian sin duda me convencería a hacerlo, pero él no está, así que me limito a ensaladas y pescados.
Nuestra primeras presentaciones fueron en la hermosa ciudad de Sydney, donde iniciamos la gira por Australia, con el éxito esperado por los empresarios. También nos hemos presentado en la ciudad de Canberra, Brisbane, Adelaide y Perth. Esta noche nos presentaremos en Melbourne, la segunda ciudad más grande de Australia y en la que cerraremos con broche de oro, la exitosa gira.
—Mila. ¿Estás lista? —pregunta Jonathan al entrar al camerino, no sin antes tocar a la puerta.
—Estaré lista en un minuto —le digo desde el piso, mientras coso las cintas de mis zapatillas.
—Perfecto! Recuerda que tienes que asistir a la cena que los empresarios organizaron en nuestro honor —me recuerda. Yo frunzo el ceño, pero asiento resignada, pues preferiría correr al hotel para platicar con Sebastian por Skype, a tener que pasar la noche siendo amable con personas que no conozco.
—Mila, sé que no te gustan estos eventos, pero es parte de ser la artista principal.
—Lo sé —admito, termino con las cintas y Jonathan me ayuda a ponerme de pie.
—Bien vamos.
La presentación es todo un éxito, el público nos ovaciona de pie y una hermosa pequeña de unos 8 años, se acerca a entregarme un hermoso ramo de tulipanes multicolores. Lo que hace que mi corazón lata a toda prisa emocionada, estoy segura que Sebastian está aquí o se encargó de hacérmelo llegar.
Lo busco en el público, ansiosa y con una gran sonrisa, pero no lo veo por ningún lado.
Camino al camerino, leo la tarjeta que acompaña el hermoso ramo y descubro con desilusión, que no fue Sebastian quien me las envía.
La tarjeta dice: "Para la más hermosa bailarina del planeta, felicidades por tu éxito. Con admiración Natasha y Nicolai Koloskova", y al entrar al camerino me encuentro con un magnifico y hermoso arreglo de orquídeas color rosa, realmente una belleza. Miro la tarjeta y esta dice: "Sé que los tulipanes son tus favoritas, pero una mujer especial merece flores tan especiales como las orquídeas. Tu enamorado y admirador, Nicolai Koloskova".
Las flores son hermosas, no puedo dejar de admirarlas, pero un mal presentimiento regresa a mi estómago, al leer el mismo apellido en ambos ramos.
Como siempre que tenemos algún estreno y tenemos que asistir a la cena en nuestro honor, Jason y yo entramos juntos, como la pareja principal y nos reciben con un fuerte aplauso. Las personas presentes, se acercan a felicitarnos y a tomarse fotos con nosotros, cuando la pequeña que me entregó el ramo en el escenario, llama mi atención halando de mi vestido. Yo me inclino para saludarla, ella se abraza a mí y yo respondo a su efusivo saludo.
—Hola, soy Natasha. Yo quiero ser como tú, cuando sea grande —dice la pequeña con dulce voz.
—Mucho gusto Natasha, gracias por las flores, son muy bonitas —respondo conmovida por la ternura que esa pequeña me provoca. No sé si es porque es tan dulce o porque me recuerda mucho a mi hermanita Sasha.
—Tú eres más bonita, mi papito dice que eres la mujer más hermosa que conoce —me cuenta, yo me sonrojo.
Las piernas de un hombre se acercan a nosotras por detrás de la niña.
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Mila, Mi Pequeña Bailarina #PNovel
Roman pour AdolescentsSINOPSIS: El ballet es mi redención, donde encuentro la calma que me ayuda a sobrellevar todo aquello que atormenta mi vida. Dicen que soy la mejor, y he luchado para que así sea; el cuento de hadas, solo vive en el escenario, cuando me levanto sobr...