Capítulo 67

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No, no quiero creerlo, me niego. Esto debe ser un error, una mala broma, pero no puede ser cierto. Sebastian no puede ser el maldito bastardo que esta libreta muestra.

Me toma al menos un minuto salir de mi estado de turbación antes de coger la libreta de nuevo, todavía me siento desorientada, no es fácil asimilar algo así.

La primera página muestra cómo título y letras grandes el nombre de una chica, "Lisa".

Una foto de ella recostada en la cama, sonriendo a la cámara y evidentemente desnuda, pero sin mostrar sus partes íntimas, como Sebastian me dijo el día que me tomó esas fotos al día siguiente de hacer el amor.

—¡Dios, es un enfermo! ¿Quién eres realmente Sebastian? —pienso con gran frustración y realmente dolida.

Continuó analizando la libreta y descubro que también habla de cuánto tiempo le costó llevarla a la cama y califica su desempeño, además de describir su personalidad.

En el caso de Lisa, habla de habérsela llevado a la cama después de una semana de salir con ella, dice que es bastante remilgosa, que habla mucho y al final de la página dice quién es la siguiente, "Tracy".

Paso a la siguiente página y Tracy es una exuberante pelirroja, la que dice habérsela llevado a la cama en una sola noche y que sí, es buena amante, pero bastante atrevida para su gusto. Tracy, luce bastante mayor, para él, pero es realmente hermosa y de grandes y picaros ojos cafés.

La lista es larga, Megan de grandes ojos color miel y cabello castaño, Alexia ojos color azul y cabello rubio, Jessyca, una morena de llamativos ojos verdes, Rose una chica de dulce rostro y labios rosados, Nicky quien luce como una rockera con cabello color lila, Chloe casi una niña de ojos color chocolate, Mackenzie, una castaña con sonrisa traviesa, Mia, rubia platinada con cabellera exageradamente larga, Sophia, cabello negro y ojos zarcos, Madison una mujer madura con exuberantes curvas, Emma con mirada inocente y sensuales labios, Isabella otra superficial rubia de ojos azules, Emily con grandes pómulos y dientes perfectos, y muchas más. Todas bellas chicas, en su mayoría delgadas en sensuales poses. Y lo peor es como se refiere a ellas, usa adjetivos que suenan bastante despectivos y denigrantes. A una la llama buscona, a otra libertina, otra cualquiera, la fácil, la arrastrada, el mejor cul.., la zorra, ramera y muchos adjetivos más, que ni siquiera puedo repetir. Lo que es difícil de creer, porque no es el Sebastian que yo conozco o más bien, no es el Sebastian que me mostró.

No, esto no puede ser cierto, todavía me cuesta creer que Sebastian sea el poco hombre, el que se refiere así de las mujeres, es un maldito y desgraciado cobarde.

Quisiera salir de aquí corriendo, pero me obligo a enfrentarlo todo de una buena vez. Necesito convencerme del monstruo con el que estaba saliendo, necesito hacerlo para poder odiarlo y sacarlo de mi corazón.

Reviso la libreta página a página y con cada una de las chicas y su aberrante descripción, mi odio y mi desprecio crecen como la espuma muy dentro de mi alma.

Me extraña no encontrar a Theresa en ella, pero tal vez sea porque ella sí significó algo para él.

Conforme avanzo en la libreta me atemoriza tanto encontrarme en ella, así que deliberadamente la reviso lentamente, incluso me regreso a contarlas e increíblemente cuento más 70 antes de llegar a la última, yo.

Y si antes sentí que me rompían el corazón, estaba equivocada, esto es todavía peor. Nada me había dolido tanto, ni el abuso de Fabienne, ni el desamor y los golpes de mi madre, ni el abandono de mi padre. No, nada me había lastimado tanto, como el encontrar mi nombre en esa libreta. Incluso siento que estoy por desmayarme, me cuesta respirar y una dolorosa opresión en el pecho amenaza con matarme.

Mila, Mi Pequeña Bailarina  #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora