Capítulo 32

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—¿Mila, estás bien?

Estoy recostada mirando al techo, rezando porque pueda bailar y nadie se de cuenta de que me siento mal, pero parece que no tengo tanta suerte. Me incorporo al escuchar a Olivia.

—Claro. —Sonrío para convencerla.

—No te ves bien —dice sentándose junto a mi y me toca.

Pero que manía de todos tomarme la temperatura, como si fuera una bebé.

—Estás helada —afirma.

Pongo los ojos en blanco.

—Solo estoy cansada, no dormí bien —le digo.

—¿Discutiste con Sebastian? —pregunta.

—Algo hay de eso —acepto.

—Señorita Mila, con esto seguro se sentirá mejor. —Irrumpe Giselle en el camerino, pero al ver a Olivia, aprieta los labios para no decir más.

Olivia me mira inquisitiva.

—¿Mila? ¿Te sientes Mal? Porque si es así ahorita mismo le hablo a Peter, para que llame al médico.

—Estoy bien. Solo estoy un poco desvelada eso es todo —respondo tratando de convencerla. Pero ella sigue mirándome con desconfianza, después mira a Giselle y la penetra con la mirada.

—¡Giselleeee! —dice en tono de advertencia—. ¿Por qué dijiste que con eso se sentiría mejor? —confiesa a la chica.

Ella me mira espantada, yo le suplico con la mirada, pero Olivia nos observa a las dos.

—¿Giselle? Necesito que me digas la verdad, Mila no ha estado bien de salud —insiste Olivia.

Yo niego angustiada, pero la mujer se ve acorralada.

—Encontré a la señorita Mila desmayada —confiesa la maquillista.

Olivia me mira espantada.

—¡Dios Mila! ¿Ya te sientes mejor? ¿Quieres que llame al médico? ¿Te traigo algo? ¿No crees que es mejor que te vayas a casa a descansar? ¿O prefieres que llame una ambulancia?... —Olivia formula mil preguntas sin respirar

—No Olivia, me siento mejor y te voy a pedir que no le digas a nadie —le exijo.

—Pero... Pero Mila, debes ver al médico —insiste.

—Iré a verlo en la semana, pero hoy no quiero que nadie lo sepa, sino no me dejaran bailar. —le pido—. ¿Acaso quieres que Megan me supla? —digo sabiendo que Olivia no soporta a Megan, porque alguna vez coqueteó con Noah su novio.

—¡Ay no, esa odiosa no! Está bien, no diré nada pero promete que el lunes iras a ver al médico.

—Te lo prometo —le aseguro.

—Y quiero ver que comas todo lo que Giselle te trajo —me ordena y yo asiento.

Me siento a tomarme el jugo y comerme la barra energética que Giselle me trajo.

Sara entra y nos observa detenidamente, yo espero que no adivine que es lo que pasa.

—¿Qué? ¿Qué pasa? —me mira inquisitiva—. ¿Otra vez te sientes mal?

—No, solo no alcancé a comer y estoy haciéndolo antes bailar. —digo con convicción. Sara observa a Olivia y a Giselle con desconfianza pero ellas evaden su mirada, después vuelve a mirarme a mi analizando mi rostro.

—Yo ya me voy o no me alcanzara el tiempo para arreglarme —dice Olivia huyendo de ahí, yo me levanto y voy frente al tocador para que Giselle empiece con el peinado.

Mila, Mi Pequeña Bailarina  #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora