Capítulo 20

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Cuatro horas después, Peter da por terminado el ensayo, pero Olivia y Sarah nos esperan en el otro salón para las clases que les prometí.

Trabajamos por más de una hora en los giros de Olivia y en los saltos de Sarah, y Jason, cuándo Sebastian interrumpe la práctica.

—Si yo hubiera tenido una profesora tan hermosa como Mila, seguro me hubiera enamorado de ella —expresa él con una sexy sonrisa. "Como siempre tan galante. Lo amo, lo amo con todo mi corazón".

—Si yo fuera tu profesora, jamás permitiría que te enamoraras de mí y pediría que me cambiaran de grupo para evitar nuestra cercanía —bromeo mirándolo con picardía y él frunce el ceño pensativo, los demás nos miran divertidos.

—Tienes razón creo que mejor les dejo la maestra a ustedes y yo me quedo con mi pequeña bailarina —admite y corrige lo antes dicho, todos ríen a carcajadas y yo lo hago tímidamente.

—Es listo el chico —comenta Jason guiñándome un ojo.

—¿Ya terminaron? Sé que Mila no se los ha dicho, pero el doctor le recomendó buena alimentación y descanso —les informa Sebastian a todos mientras se acerca y me sorprende al tomar mi rostro con sus manos para besarme, sin importarle hacerlo frente a mis amigos y sin por evitarlo se me eriza la piel, y mi rostro se tiñe de rojo con el suave contacto de sus labios en los míos, después me mira y me sonríe con ternura, y siento que vuelo en una nube.

—Suficiente por hoy. ¿Te seguiste sintiendo mal? —me cuestiona Sarah dando por terminada las clases.

—No, ya me siento mucho mejor —miento para tranquilizarlos.

—Nada de eso, que el domingo casi me muero del susto cuando se desmayó frente a mí —les cuenta Jason con exagerado dramatismo y Sebastian me reprende con la mirada.

—Pues antes de eso casi desmaya en el metro, un buen hombre la ayudó y esta mañana se desmayó en el laboratorio, también me he llevado un gran susto —me delata Sebastian, Sarah, Jason y Olivia me miran alarmados, yo bajo la mirada avergonzada.

—Mila. ¿Por qué no nos habías contado nada? —me recrimina Sarah y Olivia la acompaña con su mirada acusadora.

—¿A qué horas? Primero las audiciones, luego el drama de Megan, los ensayos con Peter y luego sus clases, que por cierto no debí darles porque me dejaron sola a la hora de la comida, pero además no es para tanto, Jason y Sebastian exageran, solo fueron unos simples mareos —me defiendo molesta y ellos niegan.

—No te dejamos sola, te dejamos con Sebastian. ¿No has oído eso de "no estorbar"? —me aclara Jason.

—Bueno, entonces a hacerle caso al doctor, ahorita mismo te llevamos a cenar y te acompañamos a tu casa —sugiere Olivia con tono maternal.

—No se preocupen, que yo vine por ella para invitarla a cenar y después llevarla a su casa —añade Sebastian con advertencia en la mirada y ahí está de nuevo el tema de la comida.

—¡Por Dios! Dejen de tratarme como a una niña, que ya no lo soy y no necesito niñeras —me quejo y comienzo a recoger mis cosas sin mirarlos, pero los oigo cuchichear a mis espaldas— ¡Adiós! —me despido echándome el bolso al hombro mientras salgo del salón.

—Hasta mañana —se despiden Sarah, Olivia y Jason a coro, Sebastian viene detrás de mí.

—Adiós chicos, ahí les encargo a mi pequeña —lo escucho decir la última frase en un susurro— Espera —me habla—. ¿A donde vas? Tú te irás conmigo, ya habíamos quedado —me recuerda.

—Necesito ir al tocador, si quieres espérame afuera —respondo sin detenerme.

—Ok, te espero en la puerta principal —acepta, yo asiento y entro al baño de damas.

Mila, Mi Pequeña Bailarina  #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora