FISURAS

Siervo Agresivo

—Samuel, no puedes estar huyendo de escuela a escuela, tienes que esforzarte y quedar en alguna

—De verdad... te juro papá, lo he dado todo, me he esforzado como un maniaco, pero no...

—¿De verdad has dado todo? ¿O solamente has fingido dar todo?

-—Crees que no aprobar es algo que a mí me ponga feliz? ¿Crees que ver a todos los de mi generación trabajando en su trabajo soñado me hace feliz? ¿Me crees un imbécil de ese tipo?

—¿Tú qué piensas? Eres mi hijo, pero eso no quita el hecho de que piense que eres un cretino

—¿Por qué seguimos teniendo charlas tú y yo de este tipo?

—Porque parece que nunca vas a aprender hasta cuando dejar de ser un inútil

Apoyo.

—¡No has aprobado el examen de enfermería, ni el de medicina! ¿¡Qué se supone que quieres hacer de tu vida entonces Samuel De Luque!?

Fraternidad.

—No puedes correrlo de la casa...

—Solo así entenderá lo que es vivir de verdad, es momento de dejar de mimarlo

Aliento.

—Te daré una oportunidad, solo una, diseño gráfico es lo más sencillo según todos ¿No? Entonces te apoyaré en esto, Samuel

-—Gracias Señora Centeno, en serio gracias

Caer.

—Pero es muy cara la carrera, tiene que entenderme, no puedo pagarla

—Tuviste que haberlo pensado antes Samuel, te dije que te ayudaría los dos primeros semestres, no entraste a trabajar en ningún lugar, ahí te diste por perdido

Hundirse.

—¿Te gusta lo que ves, no?

—Me gustaría mucho aprender a tatuar como tú Saulo

—Te puedo enseñar

—¿De verdad...?

—Claro que sí, somos colegas ¿No? Para eso están los hermanos tío

—Muchas gracias...

Destruirse.

—¿Una tienda... de tatuajes? ¿En serio Samuel de Luque?

—Mamá, no creo que tengas el debido derecho de recriminarme lo que sea, ¿No crees? Ya es bastante con haberme corrido de la casa esperando mi independencia, ahora solo quiero no volverte a ver

—Soy tu madre ¿Lo has olvidado? Sigo teniendo derecho a...

—Nada, mamá, tú ya no tienes derecho a nada

Renacer.

—Si las ganancias van tan bien, pagaré de nuevo la carrera de diseño gráfico, ese es mi plan

—Te ayudaré Samuel

—¿Cómo?

—Soy maestro de medicina ¿No? Puedo darte clases privadas a ti

—¿Habla... habla en serio?

—Claro que hablo en serio, no podría dejar que un chaval como tú no termine su sueño dorado de ser médico