Tenía que admitirlo, desde el momento en el que conocí a William, tuve la impresión de que es un capullo. Y vaya que estaba en lo cierto, además de un capullo, ahora resultaba que también era famoso. ¿Qué ironía, no? Normalmente los personajes públicos tienen que ser un buen ejemplo para la sociedad, puesto que hay gente que los imita, pero en su caso... No sé qué tipo de "gente" lo imita. Puedo decir, que quizá sean jóvenes de menos de dieciséis años, o un poquito más, pero gente totalmente madura, no. Y es normal, porque por esa edad quieres ver el mundo arder junto contigo, o más bien, ves el mundo arder por ti, porque así lo deseas, porque por esa época nada es suficientemente fuerte como para centrarte, así que decides volverte rebelde. Mayor error de cada puberto, es eso.
De cualquier manera, he estado tentado a buscar "Fisuras" en internet, sabía que sería la banda que estaba de moda, y moría un poco por saber cómo era William en los medios públicos. Lo que tenía ya asegurado dentro de mí, es que era un hipócrita, conmigo es como es realmente, o eso puedo entender, dudo mucho que alguien pueda fingir tan bien ser un hijo de puta. Sin embargo, no era como si su existencia en este mundo se volviera importante para mí, al final de todo, era un imbécil que vivía para joder a los demás. O por lo menos, era el imbécil que vivía para joderme a mí.
Me encontraba ahora mismo en el local, esperando al rey de Roma para continuar con su tatuaje (que por cierto me encantó el diseño), mientras hablaba con una señora que había venido hace un tiempo para tatuarse ella, ahora mismo no recuerdo qué se había hecho, pero juré en su momento que era una joya.
-¿Cómo has estado Samuel? – Me preguntó mientras dejaba su bolso en el suelo, mientras yo me sentaba en frente de ella, en la sala de espera.
-Bien... - Suspiré. – Solo que hace poco un tío vino a vivir conmigo, y... digamos que no es lo que yo esperaba de un compañero de piso
-¿Por qué? – Preguntó ella frunciendo el ceño. - ¿Es ruidoso?
-Lejos de eso – Contesté soltando otro suspiro. – Es... él
Ella no evitó sacar una risita, mientras sus ojos se achinaban debido a ello. Me miró mientras se quitaba el cabello de en frente, moviéndolo hacía atrás.
-¿Cómo que "es él" ?
-Sí – Respondí sincero, inclinándome ligeramente hacia ella. – Es un tío bastante terco, testarudo, orgulloso, y sobre todo, es muy gilipollas...
-¡Eh! Esa bo-qui-ta – Comencé a reír mientras pedía disculpas, ella sin embargo, no dudo un segundo en seguirme la risa. – En fin, ¿Entonces os lleváis mal?
-Sí, bueno... - Negué con la cabeza, mientras reía por recordar cosas que han sucedió solo en esta semana. – "Mal" es decir muy poco
-Deberías de hablar con él – Sugirió ella, mientras sacaba su móvil de su pantalón, lo escuché vibrar, y eso me dio a entender que tenía que quedarme callado para que ella contestara. – Espérame – Pidió. - ¿Sí?
Me puse de pie para coger mi termo que estaba en mi cubículo, con agua fría, y tomar un poco de él. Volví caminando hacia ella, y un ligero grito de parte suya me hizo sobresaltarme de un momento a otro, se veía preocupada.
-¿Quién y quién? – Preguntó ella tomando su bolso y colgándolo en su hombro. - ¿William Díaz?
-¿Eh? – Dije al escuchar el nombre del rey de Roma.
-Voy enseguida, tú intenta separarlos - ¿Este tío pelea? Eso es nuevo. – Samuel, me tengo que ir, dos de mis alumnos están peleando y...
-La acompaño – Dije sin pensarlo dos veces. – Usted no va a poder separarlos

ESTÁS LEYENDO
FISURAS
Fanfiction-Niño, te diré una cosa antes de que sigamos viviendo juntos, es fácil y sencillo, no te metas conmigo, si no quieres que vea esa estúpida cara tuya, avergonzada, no me vas a poder manejar a mí también ¿Entiendes? -¿Tú tienes idea de con quién está...