Prostituta

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Debía de admitirlo, me puse demasiado nervioso en un momento como ese, pero lo dejé callado al notar indiferencia total, y sobretodo, al notar desinterés. Quizá sea un cabrón imbécil por no haber aceptado sexo rápido, pero no es así. Solamente es tener orgullo a sí mismo, y a su vez, con los que te han jodido. ¿Qué mejor manera de demostrarlo? Negándole que me parece atractivo, que me parece tentador el abrir sus piernas y darle exactamente lo que pide, sé que es así. Porque pasivo o no, tiene cara de hombre necesitado de sexo, ¿Qué podría hacer yo en un momento así? Tenía dos opciones, una, seguir con el tatuaje y exponerme a una erección, o dos, pedirle a Saulo que terminara el tatuaje, claramente pediré que Saulo lo haga, no es que sienta incomodidad, es decir, el que se debe de sentir como un idiota necesitado es él, pero, pienso que entre menos sea el peligro expuesto a su lado, mejor estaremos los dos. Tanto él, como yo.

Entre menos piense que se me está insinuando como una puta barata, menos atracción sexual tendré por él, es así de simple.

Pues los "hombres"  al ver campo abierto queremos entrar en él, y mucho más si nos abren las puertas. Es complicado tener orgullo y ser un tío correcto, cuando vives en un mundo de demonios y pecados descomunalmente exhibidos sin censura. Es tan complicado ser yo mismo ahora...

Salí del local unos minutos después de él haberse ido, mientras cerraba la cortina sentí mi pantalón vibrar, en principio se me hizo extraño recibir una llamada, pero se me hizo aun más extraño el que fuera de papá.

-¿Qué sucede? - Pregunté al contestar, me detuve ahí, con la lona ya bajada y con el candado de la misma en mano.

-Samuel – Dijo él suspirando, de alguna forma, su voz parecía estar calmada y callada. Como si estuviera... ocultando algo. - Necesito que vengas a Madrid, algo ha sucedido

-¿Perdón? - Pregunté riendo, él no evitó volver a suspirar y yo por mi parte, no dejé de reír. - ¿Me estás pidiendo un favor? ¿Tú a mí?

-No es por mí - Contestó de inmediato, yo solo pude colgar la llamada sin querer escuchar más de su mierda, era suficiente papá. No soy uno de tus juguetes con los cuales puedas murmurar un momento algo, y al otro susurrar. Quisiera que entendieras que tú para mí ya no eres "familia". Ahora solo es por portar el título y saber de dónde vengo, nada más.

De todas formas, la emancipación de eso consiste.

Cerré por fin con candado, después de haber metido mi móvil en el bolsillo derecho de mi pantalón, comencé a caminar hacia casa, tenía la mirada perdida en el suelo, como si quisiera concentrar cada paso de mi caminar en los pensamientos vagos de mi sentir, era extraño poder coincidir con mis pisadas, mis latidos, y mis pensamientos, cada uno toma un rumbo distinto.

"No es por mí"  Sonaba preocupado, es bastante complicado definir cuando él está serio, o cuando él me está tomando el pelo. Por eso mismo ahora paso de todo.

Al llegar a casa y abrir la puerta me tope con Confi, sentada en la entrada con las orejas bien arriba, emocionada de verme llegar.

-Hola nena – Le dije agachándome mientras le sonreía, ella solo podía saltar a mis piernas y de un salto a otro, me derribó. De esa forma, comencé a jugar con ella en el suelo, acariciándola y de vez en cuando cargándola, hablándole como si fuera mi hija o algo parecido. Era divertido.

Me puse de pie para cocinar un poco de nuggets de pollo, claramente instantáneos, pero era comida. Confi por su parte esperaba sentada en las baldosas de la cocina, mientras su cabeza se movía de lado a lado, al yo mover los nuggets, al yo agregar aceite, etc.

-Eres de lo peor Confi - Susurré al terminar de cocinarlos. - Eres súper interesada

Le serví su ración y yo la mía, con cuidado de no tirar mis nuggets (que estaban en un plato tan pequeño como para servir una salsa) me senté en el sofá y en cuanto me tumbé, recordé la falta de agua.

FISURASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora