Estar ahí

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"Pero en las novedades de espectáculo Ana, tenemos, a nada más y nada menos que al guitarrista de Fisuras en Madrid. Mucha gente lo vio conduciendo una motocicleta a toda velocidad en dirección hacia las afueras de la misma, claro que nuestros investigadores fueron directo al grano pero no lograron hallar a nuestro bombón que ahora luce un sexy cabello negro, ¿Pocas veces pasará esto? William en Madrid después del descanso de Fisuras..."

-Este estúpido niño...

***

El tren que nos llevaría a Barcelona ya estaba partiendo, y mientras Samuel dormía en mi hombro, oliendo a jabón y a colonia, yo descansaba con mi disfraz encima (que era realmente ropa de él). Veía en mi móvil las redes sociales, especialmente Twitter, ya que habían millones de menciones diciendo que me habían visto y que lucía bastante guapo con el cabello negro.

No evité apretar más mi móvil hasta el punto en el que sentí a la pantalla crujir. Al darme cuenta de esto guardé el móvil para en unos segundos después, sentir la vibración en este.

-Ho...

-¡¿QUÉ MIERDA TIENES EN LA CABEZA CÓMO PARA VENIR A MADRID A SÍ SIN MÁS?!

-Primero escúchame gilipollas – Dije cabreado, al escuchar que Hernán no estaba en sus cabales. - Fui a Madrid para ayudar a un tío que necesitaba de...

-Tienes que pensar como un maldito famoso William, he sido comprensivo con vuestro lado sensible, pero me da igual si el tío de tu amigo se pegó un tiro, a mí... - Sé que él no sabía lo que había dicho, sé que él no sabía que había pasado y que enojarme porque haya acertado era estúpido. Pero no dejaría que nadie me dijera que hacer.

-Escúchame pedazo de idiota - Susurré, para no despertar a Samuel. - El padre de mi chico se ha suicidado y he venido a Madrid a buscarlo para evitar una desgracia, no me hables hasta que tengas algo bueno que decir – Y colgué la llamada.

Lo fácil era colgarle desde el momento en el que me gritó, ¿Quién mierda se cree para gritarme a mí? El jefe de su salario. Recosté mi rostro en el asiento y respiraba intentando calmarme, había sido un golpe fuerte y yo tenía la guardia baja, de todas formas, ya sabía a lo que me aproximaba al llegar a Madrid.

Antes de comprar los boletos a Barcelona tuvimos que resolver muchas cosas. Primeramente, teníamos que saber que hacer con el cuerpo del padre de Samuel. No tenía las agallas para encargarse de él, más bien, no se sentía con la capacidad suficiente. Terminamos por enviarlo a la morgue y hacerlo cenizas. Los abuelos de Samuel se harían cargo al final de cuentas. Las cosas se vieron más oscuras cuando supieron que yo le había aconsejado que hacer, "Él no es de la familia, no tiene porque opinar con algo que no le incumbe" ;Fue lo que dijo uno de los tíos mayores de él. Sin embargo Samuel les dijo que confiaba en ellos los cuerpos de sus padres, de todas formas, no había nada más que hacer.

Samuel se había emancipado hace tiempo, a veces, las obligaciones caen en los familiares en estos casos.

Sin embargo pudimos irnos en la madrugada a Barcelona, pero, mientras todo esto pasaba, mi fama estaba atacando por la espalda, todo el mundo me busca a mí y a los demás. Daniel me ha mandado mensajes al igual que Mau y Michelle, pero no me veo con el coraje de contarles una historia que no es la mía y que merece respeto. Quizá pueda decirles después, no ahora.

El viaje a Barcelona fue tranquilo después de todo, al llegar y bajar del tren, tuve que pedirle a Samuel que bajara primero y que yo iría después. Habían fotógrafos esperando en la entrada para ver si ese era mi tren, y al decir fotógrafos me refiero a cinco personas, las tres de la mañana es una hora considerable para trabajar, y esos cinco debían de ser de una editorial algo enfermiza. Quiero pensar.

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