FISURAS

La cúspide

—¿Qué estará pensando ahora mismo? —Le preguntó Daniel a Michelle, mientras observaban a Mauricio hablar con Hernán muy acaloradamente.

—No lo sé, Mauricio no nos dijo nada a nosotros tampoco —La miré un poco perplejo, no tenía idea del porqué nos habían citado un domingo por la mañana en el estudio.

—Ha pasado un mes desde que no nos metemos en problemas, ¿qué hicimos ahora? —Pregunté algo irritado, Samuel estaba a mi lado, se veía un poco incómodo, pero era verdaderamente triste no poder ir directo a la playa y tener que pasar por aquí primero.

—Buena pregunta... —Susurró Daniel. Podía verlo, el gesto de Mauricio decía que algo no iba nada bien, malas noticias, pero muy malas noticias vendrían a nosotros ahora.

Después de unos minutos se acercaron a nosotros, tenían una mirada distinta a la de siempre, como si quisieran encontrar la paz en alguna parte de sus corazones. Hernán se quedó de pie, pero Mauricio se sentó con nosotros en la mesa. Seguido de eso, me miró, y después observó a todos los demás. Sus labios estaban indecisos, no sabían si hablar ahora, o esperar un poco más. Mi pierna temblaba, sentía, de alguna manera, que recibiríamos un acabose.

—Chicos —Comenzó Mauricio—. Somos una banda bastante famosa y reconocida a nivel mundial, "Fisuras" ya no es una banda solamente de España, sino también hemos comenzado a vender copias en todas partes, incluida América Latina... eso significa, que muchas personas nos han buscado para firmar contratos y hacer presentaciones, lo que quiere decir... qué...

—Hey, Mau —Dijo Daniel algo incómodo, pese a que lo que decía era amable y grandioso, su tono de voz estaba al borde de la desesperación—. Dilo ya.

—En cuanto terminemos de estudiar este año, nos iremos a una gira mundial, ¿entienden... lo que es eso? —Nuestros ojos se iluminaron y Daniel y yo nos abrazamos por la emoción. Michelle nos abrazó también y nos pusimos de pie para gritar de la emoción. Sin embargo, en un momento, mi mirada se posó en Mauricio, quien no se había puesto de pie y no había dicho absolutamente nada. Me quedé estático, ese gesto me disgustaba más que cualquier otra cosa. Me volví a sentar y en cuanto lo hice, los demás también lo hicieron—. Pero...

—¿Pero? —Pregunté extrañado—. Es una noticia genial, ¿qué pasa?

—Nos iremos por dos meses —Contestó—. Dos meses de viajar y viajar por el mundo, un tour, y... una de las condiciones que tiene Hernán para que la gira tenga verdadero éxito...es que... —Tronó sus dedos y bajó el rostro—. Tenemos que dejar la mala imagen, todos nosotros, así como también hemos crecido en fans, también hemos ganado mucha mala crítica, no volveremos a España —Y mi cerebro hizo "click" —. Es una propuesta de trabajo en "Los Ángeles", tendremos... una casa en California, donde seremos capaces de grabar en condiciones con compañías más grandes, y lanzar muchas más cosas, será la cúspide de nuestra cima, ¿entienden... lo que trato de decir? —Samuel me miró enseguida, yo también lo hice. Sus ojos se pusieron en blanco, parecían haber perdido todo el brillo que con el tiempo había ganado.

Y pareció que todos entendieron a la perfección. Me quedé mudo, por un momento, nada tuvo sentido. ¿Irme de España? ¿No volver? ¿Dos meses? ¿"Dejar la mala imagen"? ¿A qué... se refería? ¿Por qué...?

—¿Mala... imagen...? —Pregunté cabreado, en susurro. Miré a Hernán a los ojos, tronando mis dedos y conteniendo mi enojo, Samuel sostuvo mi brazo, para yo voltear a verlo ahora a él—. ¿Qué intentas decir?

—Lo siento, Samuel —Respondió Hernán sin verme a mí, más bien, dirigiéndose directamente a Samuel. Daniel se puso de pie de inmediato.

—¡Y una mierda! —Gritó, cabreado al parecer—. ¿Me estás diciendo que tiene que dejarlo?