Felicidad era poco lo que sentía, me sentía completo y ligeramente distraído. Desde la mañana tuve la gloria de despertar con la fantasía de cualquier persona, a mi lado, dormitaba desnudo el chico que quiero, el chico que me gusta. Sé que no fui discreto, mi nariz sangró al estar en tal grado de excitación... eso fue el colmo. Supongo también que era una sensación completamente nueva, mi primera vez con un tío, y no con cualquiera, fue con aquél quién porta un cuerpo frágil, perfecto, definido. Sin darme cuenta, me había vuelto adicto a la sensación de estar dentro suyo. Sueno como un maldito pervertido en realidad...
—Sería en total bastante dinero... ¿Podría explicarme esto de "pagos"?
—¡Seguro!
Sin embargo tenía que olvidar la cara perfecta de mi pareja desnuda a mi lado, tenía que concentrarme en analizar precios y colores de pintura. Odiaba esto, probablemente sea lo que más odio en esta vida, cualquier cosa que tenga que ver con llevar cuentas, llevar cuentas de alguna venta, de alguna compra. Lo detesto tanto que me saca de quicio. Le prometí a William sacar medidas e ir a comprar la pintura, pero se lo advertí en ese preciso momento, "No puedo permanecer tranquilo en un lugar en el que se habla de dinero". Probablemente porque recuerdo esos tiempos en los que, sentado en la calle, contaba el dinero que tenía para pagar la renta de ese departamento. En algún momento estuve motivado a dejarlo, irme a otro mucho más barato, pero sabía que aquél lugar era seguro, no quería irme a los barrios bajos y vivir con miedo de algún posible asalto o asesinato. No bromeo, Barcelona puede ser muy oscuro si se busca en los lugares correctos.
Cuando menos me di cuenta, llevaba en manos dos botes de pintura bastante grandes, uno rojo y uno negro. La gente me miraba de reojo, como si tuviera algo extraño... Pero no le presté atención realmente. Al llegar al convenio y entrar, me percaté de que los policías también me miraban de una forma bastante extraña, quería no prestar atención, pero comenzaba a pensar que tenía algo pegado en la cara o estaba sangrando por la nariz de nuevo.
—¿Tengo algo en la cara? —Pregunté, bastante confundido de que la gente me mirara con cierto miedo o... lo que sea.
—N-no en realidad... —Contestó uno de los guardias. Se acercó a mí y tomó uno de los botes de pintura, quitándomelo de las manos.—Esto... es verdaderamente pesado ¿Cómo puedes caminar tanto y no sentir que es demasiado?
—¿Eso es? —Había quedado boquiabierto, como un tonto. ¿Por eso la gente me miraba de esa forma?—Pensé que había algo malo, pero exageráis todo, ¿Me ayudará a llevarlo hasta mi departamento?
Aunque parece que había dicho algo completamente inhumano, porque su rostro se paralizo al escuchar "Hasta mi departamento". Saqué una risita, era inevitable no reír cuando no quieres alardear. Cogí el bote de pintura con mi otra mano, le sonreí y caminé hacia casa.
No quería ser modesto y decir que no soy fuerte, pero me daba bastante risa la cara de la gente al verlo por ellos mismos. En fin, dejando eso de lado, la llegada a casa había sido express, tenía que irme a la universidad por Willy. Dejé los botes de pintura en la entrada, saludé a Confi y le di un poco de comida, agua tenía, así que no tenía de que preocuparme. Cogí las llaves de nuevo, un poco de dinero, y suspirando, salí del departamento. No por nada, pero justamente hoy hacía bastante calor.
Caminaba por las calles hacia la universidad cuando algo captó mi atención. Vi a lo lejos a la profesora Esme tomando de la mano a una niña pequeña, a su lado, estaba nada más ni nada menos que el mejor amigo de William, Amet. El cabrón que lo golpeó y le hizo un montón de cosas, mi sangre no evitaba calentarse al verlo, sin embargo, la profesora Esme también lo cogía de la mano. ¿Sería... su pareja? La idea me perturbaba por el hecho de que esa profesora es tan amable y linda (¡Y joven!) que estar con un alumno como el cabrón de Amet me preocupa. ¿William sabrá de esto? Quisiera preguntarle si mis dudas son reales.
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FISURAS
Fanfic-Niño, te diré una cosa antes de que sigamos viviendo juntos, es fácil y sencillo, no te metas conmigo, si no quieres que vea esa estúpida cara tuya, avergonzada, no me vas a poder manejar a mí también ¿Entiendes? -¿Tú tienes idea de con quién está...