Lo que todo comenzó con una salida a la playa, terminó siendo una tarde llena de llanto y peleas. Todos ellos no querían permitir la separación de William y yo, pero era inevitable, incluso peleando, sabíamos que en algún momento sería imposible, ¿no? Se supone... que ya lo sabíamos todos, ¿entonces por qué nos mentimos tanto? ¿Por qué pensé que de verdad no podría dejarlo ir? Si ahora lo miro, me doy cuenta de que es una persona con un futuro brillante y está a punto de emprender un gran vuelo, quizá la distancia será un año, o serán más, solo quisiera estar seguro de que volverá. Es lo único que quiero saber.
Llegamos a casa después de un rato, habíamos dejado de hablarnos desde que salimos del estudio. Dolía, y dolía de una manera en la que jamás había experimentado, era una separación por razones ajenas a nosotros, nunca había sentido este vacío. Se sentó en el sillón y yo me dirigí a su lado, prosiguió a acurrucarse en mi hombro, y yo, proseguí a acariciar su cabello. Nadie decía nada, parecía no necesitar decirlo, el silencio, lo entendíamos, a nuestras cabezas probablemente la misma idea daba vueltas y vueltas, "separarse por un tiempo", esa fue la conclusión que llegamos todos, sentados en esa mesa, con esa dulce luz fría, que ahora nosotros tenemos incluso en el salón. Su mirada, perdida en sus pensamientos, la mía, perdida en los suyos. ¿Qué hacer? Parece que todo está perdido y costará mucho volver a coger las riendas.
—Pesa, ¿verdad? —Yo asentí, sin mirarlo a la cara—. Pesa mucho, Samuel
—Pesa más de lo que creímos que podría pesar.
—Yo no pensaba en ningún peso.
—Yo sí, pero pensaba en un peso que podríamos soportar los dos juntos, no esto.
—Si lo dices de esa manera tienes razón...
—¿Qué hacemos?
—¿Quieres salir a caminar?
—¿Será bueno? ¿No crees que nos seguirán de nuevo?
—No importa, salgamos al parque con las luciérnagas, quiero ir ahí
—Vale, ven
Me puse de pie y lo cogí de la mano, no volvimos a abrir la boca durante todo el camino, la atmosfera se sentía demasiado distinta, tensa, a punto de explotar, como si las voces dentro nuestro estuvieran platicando entre ellas, y nuestras lágrimas se estuvieran cansando de quedarse dentro, querían salir.
Y así, cuando cruzamos el portón y la seguridad, comenzamos a caminar al parque de las afueras, la noche y los cantos de los grillos nos hacían sentir distintos, como si fuera una canción de cuna que nos quiere hacer dormir y olvidar, era nostalgia lo que sentíamos de repente, una nostalgia distinta, como si ese día fuera uno de otros cuantos, como si esa noticia no hubiera existido y ahora estuviéramos caminando como de costumbre, sin nada en mente, sin nada que nos arreste y nos recuerde que tarde que temprano, se irá.
Soy demasiado pesado en tus brazos—Pensé. Por mucho tiempo había pensado eso, pero justo ahora me daba cuenta de ello con más frialdad y más cercanía, todo se veía más de frente.
Sus manos comenzaron a sudar, así que la cogí con menos fuerza, me miró y yo lo miré también, le sonreí y él hizo lo mismo, no me dijo nada, se dispuso a seguir caminando, hasta que de pronto una de mis lágrimas dejó de querer quedarse dentro, comenzó a deslizarse con delicadeza, y ese camino que muchas veces habíamos recorrido antes, lo recorrimos como siempre, como si quisiéramos matar el tiempo otra vez, aunque ahora quisiéramos atesorarlo, quisiera que se detuviera. El suelo se comenzó a manchar de agua salada, agua que ahora salía de sus ojos y de los míos, llorábamos en silencio, mientras caminábamos ese trayecto para matar el tiempo, como solíamos hacer. Mientras sostenía su mano, él sostenía la mía con más y más fuerza, escuchaba sus sollozos, él oía los míos, pero fingíamos que no pasaba nada, más bien, considero que no era fingir, siento que no queríamos que pasara nada. Queríamos pensar que estaba bien así, que era lo correcto y que en algún momento nos veríamos de nuevo, además, aún nos quedan unos cuantos meses juntos.
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FISURAS
Fanfiction-Niño, te diré una cosa antes de que sigamos viviendo juntos, es fácil y sencillo, no te metas conmigo, si no quieres que vea esa estúpida cara tuya, avergonzada, no me vas a poder manejar a mí también ¿Entiendes? -¿Tú tienes idea de con quién está...