Cita, ¿En serio todo había acabado así? ¿En serio había sido yo tan débil como para decir exactamente lo que pensaba? ¿Qué pasa con él? Es un tío bipolar, toca narices, pero sobretodo, ahora mismo, siento que es la única persona que puedo usar como soporte.
Me acababa de bañar, habíamos sudado ambos por haber corrido todo lo que pudimos hace un momento, William había tratado de huir respecto a lo que sentía, pero no tenía caso evitarme. Ya era demasiado tarde como para seguir mintiendo, en esa farsa de tío altanero, que ya no encaja con él. Es atento, pero su orgullo le juega una mala pasada y evita, a toda costa, que demuestre sus sentimientos. Quizá, debajo de toda esa capa oscura, estén mis luciérnagas. Por un momento, eso es lo único que quiero pensar.
Cogí una camisa azul, unos pantalones negros, todo demasiado casual para ir a una "cita". ¿Desde hace cuánto no tenía una? Llevo años sin pareja, o sin alguien que me guste realmente, pero no, él llegó para dar caos, ahora lo estoy viendo.
Rocié un poco de colonia, la de siempre, pero hoy, a cada paso que daba para arreglarme, sentía que lo hacía por él. Me sentía nervioso, joder.
-Vale – Dije al salir de mi habitación para topármelo sentado en el piso, jugando con Confi. - ¿Nos vamos?
-Vale – Respondió él, dejando a la perrita de lado, y sonriéndole ligeramente. – Llegamos al rato – Le susurró. No pude evitar sonreír de ternura, y eso ha sido desde siempre. Por lo menos, los primeros días, me topaba casi siempre a Confi y a William durmiendo juntos. - ¿Estás seguro que estás bien como para tener... una cita? – Esto último lo dijo casi inaudible, yo lo miré preocupado, pensé que se había olvidado de lo de anoche, aunque está claro que es casi imposible pasar desapercibido, después de derramar lágrimas como un niño.
-No te puedo decir que estoy bien – Respondí suspirando. – Pero ya sé que tengo que hacer después, no te preocupes por eso
-Confío en ti – Y con eso, pudimos salir de la casa, con llaves en bolsillos, con dinero en cartera, con su sudadera negra y ese gorrito absurdo que todas tienen, y su pantalón de mezclilla azulado.
Se veía encantador, atractivo, no se podía negar.
Ahora mismo la idea de besarlo ya no era tan "a la ligera" y eso se me hacía absurdo, porque sin irnos más lejos, hace unos días, besarlo, era una manera de decirle lo pasivo que estaba hecho, y para él, supongo, que fue una manera de decirme que yo, estaba rendido a sus pies, por un simple beso. "Una puta que no cobra demasiado" resonó en mi cabeza, hasta que él interrumpió.
-¿A dónde vamos? – Comencé a reír, hasta ese momento, no había pensado siquiera a que dirección me dirigía. - ¿Samuel, por qué te ríes?
-Porque... creo que ni siquiera yo sé a dónde vamos – Sacó una risita discreta, hasta ese momento, no había escuchado a William reír, de forma natural. - ¿Quieres ir a cenar al restaurante que está aquí saliendo? Ya sabes, cerca de mi local – Él asintió sin decir nada más.
El ambiente no era incómodo, incluso podría decirse que estaba acostumbrado a caminar con él, solamente, sin hablar o decir algo respecto a nada, pero ahora mismo, tenía la necesidad de decirle cualquier cosa, no nos conocíamos con trasfondo, no sé nada sobre su pasado, así como él. Sin embargo, sé bastante sobre su forma de vivir, que le gusta comer y que no le gusta comer, cosas sencillas y simples, cosas que con el tiempo, conoces de una persona. Algo así.
Cuando llegamos al restaurante, (después de haber salido del condominio y haber captado las miradas de los policías), nos sentamos en una mesa de hasta el fondo del lugar, no por mí, sino por él.

ESTÁS LEYENDO
FISURAS
Fanfiction-Niño, te diré una cosa antes de que sigamos viviendo juntos, es fácil y sencillo, no te metas conmigo, si no quieres que vea esa estúpida cara tuya, avergonzada, no me vas a poder manejar a mí también ¿Entiendes? -¿Tú tienes idea de con quién está...