FISURAS

Purgatorio

Una semana desde que mi vida se ha vuelto un caos; no pensé que ser estudiante fuera tan difícil, o más bien... ya no recordaba esa sensación de presión por tener proyectos, tareas, y sobretodo, compañeros de clase que no son más que un montón de capullos. No sabría como explicarlo, pese a ser fans de "Fisuras",  son personas muy molestas y sobretodo, pedantes.

Acababa de salir de clase, eran ya las cinco de la tarde, portaba unas gafas de sol, básicamente para que no me pillase nadie y tuviera que correr o matar a la persona; lo que ocurriera primero. Rondaba de cualquier forma por los pasillos de la Universidad, era bellísima, contaba con una biblioteca maso de grande, tenían salas para los estudiantes de ciencia de la comunicación, e incluso para los de fotografía. Un set fotográfico profesional, que solo se podía usar para prácticas y proyectos, lo único malo, es que huele a encerrado y no tiene baño cerca, lo que se me hace una estupidez pensando en que el o la modelo tendrá que realizar cambios de ropa, pero yo qué sé, no diseñe el edificio.

Entré en la cafetería climatizada que había dentro de la misma Universidad, amplia y grande como se lo podían permitir, con seis trabajadores bastante despiertos y atentos a lo que los alumnos querían, incluso podría decirse que ya habían entablado amistad con los mismos.

Me dirigí a la caja para pedir una hamburguesa con papas a la francesa, el tío me cogió la orden, la anotó en un ticket y me lo entregó, para yo posteriormente ir a dejarlo en la cocina y esperar sentado en la barra para que me lo entregaran.

Miré mi móvil mientras esperaba, había hablado con Daniel hoy en la mañana, me contó que sus nuevos amigos sabían quién era, pero que lo mantenían en secreto, no me extrañaba que Daniel fuera tan iluso. Y en cuanto a Mauricio y Michelle, a ellos dos realmente no les he pillado conectados en Whatsapp, supongo que lo han de pasar mal, es decir, son pareja después de todo, y para mí, el estar lejos de la persona que quieres, es doloroso, por lo tanto, es estúpido seguir. ¿Pero qué le hago? No podría decirles "Terminen",  al final, alguno de los dos será infiel, o se cansará.

Detrás de mi pantalla, el cocinero dejó la hamburguesa junto con las papas al lado, alcé la vista para agradecer y pedir un agua de piña, fría y dulce. Esta era la buena vida al estudiar, por lo menos, yo lo veía así.

-Señor Díaz - Escuché de repente a mi profesora Esme sentarse al lado mío, y yo, que tenía un bocado de hamburguesa en la boca, solo pude sonreírle sin mostrar los dientes, básicamente una mueca, a lo que ella me contestó con una risita. - Perdón

-No se preocupe - Contesté habiendo ya tragado el bocado. - ¿No se ha ido?

-No, no... y no me iré hasta las siete quizá - Me interese en ello, únicamente por dos razones, una, era que la profesora me caía bien como si fuese una amiga, y dos, porque la profesora es el tipo de tía que tiene seguridad en sí misma, y eso lo vi desde que entre. La vi llegar con una sonrisa de oreja a oreja, diez minutos tarde, se puso de pie en medio del salón, y quedó observando a la peña en silencio, sonriendo de la misma forma en la que lo hacía al principio, todos, posteriormente, se quedaron callados.

Sus palabras habían sido claras "Soy su profesora de fotografía, tengo cinco años más que ustedes, así que no intenten verme la cara de tonta, porque lo que ustedes han vivido, a mí también me tocó y de la misma forma", después de eso, nos dijo varías cosas de ella, haciéndonos entrar en un ambiente de confianza bastante cálido, diciéndonos que tenía tatuajes y que pensaba indiscutiblemente hacerse otro, nos contó que nos divertiremos eligiendo modelo, y sobre todo, que la carrera de fotografía, es muy interesante. Y sobre todo, romántica. Según sus palabras, claro.

-¿Por qué se tiene que ir tarde hoy? - Pregunté después de un rato, al ella entregarle el ticket al cocinero. Me miró dejando su bolso en la barra, sacó un suspiro de cansancio, y respondió.