Elizabeth POV
- ¡Mamá, llegué! - grité cuando entré en la casa, dejé las llaves del auto y me quité los tacones.
- Hola hija - dijo mamá y salió corriendo por la puerta.
Fui a la cocina, tomé una Diet Coke y me fui a mi habitación a ver televisión, para descansar un poco de mi trabajo.
- ¡Ahh! - grité cuando entré en mi habitación y vi a alguien amarrado a mi cama. Y no era cualquier alguien, era El Joker, el loco maníaco que había escapado de Arkham, el criminal del que todos tenían miedo... En especial yo.
- ¿Por qué tan seria? - preguntó él con la maquiavélica sonrisa que lo caracteriza. Los pelos se me pusieron de punta, no podría haber dicho eso. Esa frase la recordaba más que ninguna otra. Generalmente después de decirla, ponía un cuchillo en la boca de la persona y le dibujaba una "sonrisa".
- Sólo le digo que me llega a tocar y le digo a mi madre que lo asesine - dije enojada. En realidad no sabía si mamá estaba detrás de todo esto, pero si sabía que si ese me llegaba a tocar, mamá lo mataba. Mi mamá es la comisionada de Policía, obviamente está detrás de esto, lo que no entiendo es porque lo amarró en mi habitación.
- Y yo pensaba que mis chistes eran malos - dijo moviendo la cabeza en forma de desaprobación.
Eso era un sarcasmo. ¿CIERTO?. Porque las cosas que él dice son de doble sentido. ¿Estaba refiriéndose a que me haría algo? No, no creo. A no ser de que quiera agregar otro crimen a su expediente criminal.
- Usted está loco - dije sentándome en un rincón con la esperanza de volverme una bolita y desaparecer. Pero bueno, no podría, debía de sobrevivir con él, en el mismo cuarto.
- Sólo hace falta un mal día para sumir al hombre más cuerdo a la locura. Así de lejos está el mundo de donde estoy yo - dijo riéndose como loco y morí de miedo. Sólo una persona tan mala y llena de odio podía generar ese sentimiento en mi, El Joker solamente era un...
Loco Maníaco.
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Cuarto de Elizabeth en multimedia.
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El Joker Duerme En Mi Cama (Saga DC #1)
Fanfiction- ¡Ahh! - gritó ella cuando entró en el cuarto y vio a alguien amarrado a la cama. - ¿Por qué tan seria? - preguntó él con la maquiavélica sonrisa que lo caracteriza. - Sólo le digo que me llega a tocar y le digo a mi madre que lo asesine - dijo eno...
