ONE SHOTS ❆ MARVEL

22. Peter Maximoff

Título: Compras exprés

Peter Maximoff/Quiksilver

Comentario: Hechos ocurridos en la actualidad 

◇◇◇

Estabas sentada junto a tu novio Peter haciendo lo que más les gusta...quedarse en el sofá y no hacer nada.

—Peter —pinchaste con tu dedo su mejilla tratando de llamar su atención.

Él siguió hipnotizado por el video juego que estaba jugando.

—¡Pi, pi, pi, pi, Peter! —le gritaste.

Peter siguió en su juego y bufaste frustrada.

—¿Me llamabas amorcito? —preguntó después de 5 minutos.

Te abofeteaste a ti misma mentalmente.

—Eres imposible —te cruzaste de brazos molesta.

—¿Ahora que hice? —preguntó divertido.

Se estaba haciendo el tonto solo para molestarte.

—No hiciste nada.

—¿Entonces? —preguntó volviendo a su juego.

—¡Eso! Que no haces nada —le dijiste mirando tu teléfono.

Navegabas por una página de noticias. Hasta que viste el anuncio de tu tienda de ropa favorita.

Comenzaste a ver los increíbles descuentos que había ese día solamente en una de las tiendas en otro país.

—Peter, ¿este vestido me quedaría bien? —le mostraste la pantalla de tu celular.

Él lo observó, te miró de arriba a abajo y asintió.

—Ese color te queda —dijo y asentiste.

— Es hora de hacer compras exprés —dijiste entusiasta preparándote para comprar—. Estás batallas por Internet suelen ser realmente arrasadoras, todo por no

—Okay.

Sin haberlo notado Peter se había ido y regresado más rápido de lo que imaginabas.

Pudiste ver a Peter con muchas bolsas en sus manos.

—¿A dónde fuiste? —preguntaste.

Peter se sentía mal por no prestarte atención por lo que iba a comprar tu amor con regalos. Aunque supiera que lo amabas igual sin ellos.

—Tus compras exprés, da— dijo obvio.

—No me refería a eso, pero acepto los regalos —dijiste tomando las bolsas.

—En realidad no son regalos porque los pagué con tu dinero —sonrió tratando de lucir dulce.

— Al menos no lo gastaste todo —dijiste suspirando mientras él se encogió de hombros con una sonrisa tímida.

—Bueeeeno, me dio hambre en el camino —se rascó la cabeza nervioso.

Estaba preparado para correr en cualquier segundo lejos de tus garras femeninas.

—¡Peter, te mataré por usar todo mi dinero! —chillaste levantándote del sofá.

—Es lo que me debes por ir hasta allí —saltó del sofá lejos de ti—. Igualmente habrías tenido que pagar el envío —dijo ganándose un golpe de tu parte con un cojín.

Así pasaron largo rato tú correteando a Peter y él yendo lento, esquivando las cosas que tú le lanzabas.