ONE SHOTS ❆ MARVEL

20. Steve Rogers

Título: Promesas no cumplidas...

Steve Rogers/ Capitán América

Comentario: Escuchar la canción Give Me Love de Ed Sheeran (Si tengo obsesión con él, déjenme). OS muy triste. 

◇◇◇

Sudor corría por tu frente, la lucha contra los hombres de Hydra los tenía completamente agotados.

Podías ver a Steve pelear con sus puños y escudo a uno metros de ti, él era quien te daba el valor de levantarte día a día.

Después de tu secuestro, él había sido uno de los pilares que aún te mantenía de pie.

Cada vez que despertabas a los gritos por las horribles pesadillas que revivían tus torturas una y otra vez, era Steve quien te abrazaba, secaba tus lágrimas y te prometía que todo estaría bien.

Sonreíste cuando sus miradas se encontraron en medio de la batalla.

Suspiraste y como pudiste enfocaste toda tu atención en acabar con el enemigo. Te habías prometido ayudar a las personas, ya no querías ser un arma que utilizaban para hacer daño y causar muertes. Estabas tratando de reivindicarte, tu capitán había logrado eso. Utilizar todo lo que sabías para ayudar a los demás.

Recordaste la primera vez que lo habías visto, casi lo matas pensando que era de los "enemigos" que te habían enviado a liquidar. Recordaste también la primera vez que lo viste siendo tu misma, después de salir de aquel trance, nuevamente habías tratado de matarlo por el simple hecho de pensar que quería matarte.

Desde aquel entonces ese súper soldado había entrado haciéndose paso a tu roto corazón, recolectando todas las piezas e incluso cortándose en el proceso. Al final de cuentas logró pegarlo, dejándolo incluso mejor que antes.

Seguías luchando cuerpo a cuerpo con varios hombres enmascarados. La misión consistía en eliminar aquella base de Hydra, recolectando la mayor cantidad de datos posibles.

Nat entraría por la información, Stark colocaría la bomba mientras los demás deteníamos a los malos desde tierra o cielo.

Uno de los hombres te había agarrado el cuello, sofocándote mientras te retorcías bajo su agarre. A tus pulmones ya casi no le llegaba aire. Viste como alguien noqueó al tipo que te tenía sujeta haciéndote caer al suelo desesperada por un poco de oxígeno.

Pudiste respirar normalmente. —Gracias Thor —agradeciste al asgardiano que te había ayudado.

—Para lo que necesite mi Lady —te sonrió mientras tiraba lejos su martillo golpeando a más de 5 hombres.

Te repusiste levantándote del suelo siguiendo con lo que habías venido a hacer.

Ya estaban acabando con todos ahí, pero lo que no esperaban era una emboscada.

Balas y flechas eran todo lo que volaba por el ambiente, haciendo más difícil la misión de acabar con los malos y al mismo tiempo no acabar con una bala perdida.

Un grito desgarrador hizo que todos los del equipo voltearán a aquella dirección.

Todo te pareció pasar en cámara lenta. En un momento tenías a tres hombres alrededor, pero en un segundo alzaste tu cuchilla y los quitaste de tu camino.

Steve pareció caer en cámara lenta con los ojos cerrados.

Sentiste como el aire te faltaba nuevamente al notar que no se levantaba o hacía el esfuerzo por abría sus ojos.

Mataste a los hombres restantes con tanta frialdad que a ti misma te hubiera sorprendido en estos momentos. Sólo querías llegar junto a Steve.

—Steve —lo llamaste una vez que llegaste a su lado.

Colocaste su cabeza en tus rodillas mientras quitabas su casco para acariciar su cabello.

—Stevie, por favor —susurraste sin recibir respuesta de su parte.

Los nervios y la angustia se apoderaron de ti haciendo que lloraras. Buscaste como una desesperada su pulso en el cuello.

No sentías nada.

—Stark —llamaste a Tony quien había llegado volando.

Él se arrodillo junto a ustedes. Estabas desesperada.

—FRIDAY, signos vitales de Rogers— dijo a su asistente artificial.

—Signos vitales bajos, ya avisé al equipo de paramédicos —se pudo escuchar por sobre el casco de Tony.

Abrasaste a Steve. — Steve, Steve, no me dejes, lo prometiste ¿recuerdas? —le dijiste, aunque no estabas segura de que él escuchara—. Te amo ¿oíste? Siempre lo haré, pero no me dejes, quiero decirlo una vez más esperando oír una respuesta de ti...—susurraste,

Los demás del equipo estaban alrededor de ustedes, pero aun manteniendo distancia.

—¡¿Dónde están los paramédicos?! —sentiste a Natasha gritar.

Lloraste recordando todos los momentos en los que Steve había estado para ti y tú para él, solo que nunca te imaginaste estar en el momento de su muerte, no tan pronto.

—Están en camino —Nat susurró tocando tu hombro.

Seguiste acariciando la mejilla de tu hombre susurrando leves "te amo" mientras esperabas.

La herida en su pecho te manchaba levemente de sangre, seguiste haciendo presión tratando de servir de algo.

Notaste como su pecho no se movía más.

—Tony. Tony por favor —llamaste a tu amigo para que hiciera algo.

Todos estaban desesperados por el capitán, pero eras la única que estaba al borde del colapso.

—Signos vitales nulos, no hay frecuencia cardíaca —la voz de FRIDAY inundó el silencio que allí se formó.

—Steve, no, no, no. Maldita sea no me dejes, no ahora —lloraste sobre el pecho de tu novio muerto.

—Ven, ya es tarde —Tony te llamó tratando de acercarse.

—¡No me toques! —chillaste—. No lo dejaré —dijiste abrazándote más al cuerpo del hombre que alguna vez te hizo feliz.

Sentiste unas manos en tus brazos y otras en tu cintura. Tony y Thor te separaron del cuerpo de Steve. Comenzaste a patalear e intentar librarte de su agarre.

—¡Déjenme! Quiero estar con él —tu voz se hizo más baja cada vez.

Te abrazaste al cuello de Tony no creyendo lo que acababa de pasar.

—Lo lamento pequeña —dijo—, pero tenemos que irnos, este lugar explotará —te aviso.

Dejaste que Tony te llevara lejos de aquel edificio. Veías de reojo como Thor cargaba a tu ahora exnovio.

Lloraste más fuerte presionando el brazo de Tony, quien se había quitado el traje de Iron Man.

Dejaron a Steve sobre una especie de camilla. Te sentaste junto su cuerpo y tomaste su mano, querías estar con él. Los demás decidieron no decir nada sobre eso, cada uno enfrentará su propio sufrimiento a su manera.

Acariciaste su mano aun pensando que él lo sentiría.

—Dijiste que siempre cumplirías tus promesas —comenzastea decirle—, también dijiste que nunca me dejarías —continuaste—, que jamás medejarías llorar por ti —limpiaste tus lágrimas—. Steven Grant Rogers rompistedos de tus promesas —dijiste molesta con alguien muerto—. No te preocupessiempre perdonaré a mi capitán favorito, si tu perdonas a tu chica de Brooklynfavorita...