ONE SHOTS ❆ MARVEL

47. Wade Wilson

Título: Noche "romántica". 

Wade Wilson/Deadpool

♦♦♦

Todo estaba preparado para tu noche con Wade. Él había prometido pasar esa noche contigo viendo películas y comiendo chatarra, en plan romántico.

Dudabas un poco sobre su romanticismo, pero él había insistido tanto que terminaste cediendo.

Las palomitas ya estaban listas y habías pedido una pizza, ahora sólo faltaba lo más importante.

Que cargara Netflix.

Además de que Wade, claro.

Cuando tocaron la puerta sonreíste esperando ver a Wade, pero bufaste el verlo como Deadpool.

—¿Qué haces Wade? —preguntaste rodando los ojos.

—Un "hola amor, ¿cómo estás?" me hubiera gustado más —besó tu cabeza entrando mientras arrastraba una cabeza.

—Wade, ¿qué es eso? —dijiste con una mueca.

Teniendo una relación con Wade implicaba siempre ver cosas raras, cuerpos, partes de cuerpos, sangre y la lista podría continuar.

—Una cabeza —respondió obvio.

Rodaste nuevamente los ojos y lo viste dejar la cabeza en la barra de la cocina para luego dirigirse a el refrigerador.

—Wade quita esa cabeza de ahí —le pediste.

—Babygirl es para un trabajo, no la saques —habló con la boca llena.

Odiabas cuando él le prestaba más atención al trabajo que a ti.

Sólo una noche habías pedido, una noche tranquila los dos sin trabajo.

—Dijiste que no trabajarías hoy —le recordaste.

—Si, sí. Lo sé bebé, pero era algo importante. Aunque si tu no lo fueras también yo no estaría aquí ahora —se quito la máscara y te sonrió—. ¿Dónde está la mostaza?

—Segundo estante —bufaste.

Te cruzaste de brazos apoyada sobre la pared de la cocina.

Él termino de preparar su sándwich. Camino hasta ti para atraerte hacía él y dejó un beso en tus labios.

—Vamos a ver esa película, terminaré el trabajo después. Tu eres más importante —sonreíste al escuchar eso.

—¿En serio? —preguntaste con una sonrisa.

Wade asistió. —Además ellos no me la chupan como tu —susurró en tu oído—. ¿Crees que...? —señaló sus pantalones.

—Ahora veremos películas —sentenciaste con el ceño fruncido.

—Al menos lo intente —se encogió de hombros.

Camino agarrando tu cintura hasta sentarse en el sofá.

Pusiste play a la película y te acurrucaste en el pecho de Wade con una sonrisa.

Él sacó de su bolsillo una bolsa con caramelos. Tus favoritos para ser más específico y besó tu cabeza.

Tu sonrisa se ensanchó al saber que él recordaba lo que habían hablado en su primera cita con respecto a los caramelos favoritos de cada uno.

—Lo recordaste —le susurraste.

Él asintió. —No soy bueno recordando cosas importantes, pero si con cosas tontas —se encogió de hombros.

—Esto no es algo tonto para mí. En verdad es muy dulce —reíste.

Wade podía ser así, un bruto pervertido, pero también de a momentos parecía un gatito adorable.

Te gustaba cuando él salía con pequeños detalles, así como estos. Él decía que era algo tonto, pero significaba mucho para ti que sea así.

—Es lo menos que puedo hacer al traer una cabeza a nuestra noche romántica.

Ambos sonrieron y siguieron mirando la película hasta que unos fuertes golpes sonaron en la puerta.

Ibas a levantarte, pero la mano de Wade hizo que te sentaras nuevamente.

—Creo que algunos se quieren sumar a nuestra noche bebé —susurró colocándose la máscara.

—No dejes sangre en la alfombra —no le diste importancia y seguiste mirando la película.

Sentías varios gritos y el sonido de golpes contra las cosas, pero era algo bastante habitual por lo que no hiciste nada.

Wade se tiró nuevamente en el sofá. —Todo listo.

—¿Manchaste la alfombra? —él negó con una sonrisa—. Entonces quizá sea hora de tu premio —susurras con una sonrisa antes de colocarte sobre él.

Él tiró la cabeza hacía atrás sonriendo.

—Es la mejor noche romántica que he tenido...