ONE SHOTS ❆ MARVEL

25. Natasha Romanoff

Título: No hagas enojar a la rusa.

Natasha Romanoff/ Black Widow

Comentario: Aquí la anécdota que se menciona en el OS, 1. Pietro Maximoff😂

◇◇◇

Suspiraste desanimada mientras te tirabas a la cama cansada. Cerraste levemente los ojos cuando sentiste como alguien tocaba la puerta. Gruñiste, pero no prestaste atención, sólo te acomodaste más en la cama con una sonrisa.

Volvieron a tocar desesperadamente pareciendo que la puerta caería en cualquier instante.

Rodaste los ojos sabiendo a la perfección quien sería, nada más ni nada menos que tu mejor amiga rusa.

—Hola Nat —saludaste de mala gana.

Dejaste la puerta abierta para que ella pasara, no le tomaste más importancia y volviste a arrojarte en la cama.

—¿Qué te sucede? Es viernes por la noche y tú estás aquí en plan "vamos a dormir hasta el 2050" —dijo con un leve enojo.

—Estoy cansada —dijiste con una almohada en tu rostro—, no quiero hacer nada, solo dormir —quitaste la almohada y volviste a cerrar los ojos.

—Levántate, vamos no seas holgazana, deja de estar deprimida y ven conmigo —Nat comenzó a mover tu pierna.

Era cierto que te encontrabas bastante triste por la ruptura con tu novio, pero además estabas cansada.

Al ver que eso no daba resultado recurrió a la vieja táctica de las cosquillas.

Te retorciste al instante y brincaste de la cama quedando al otro lado de dónde Natasha se encontraba.

—No a las cosquillas Romanoff- dijiste seria.

La rusa sólo rodó los ojos. —Vamos, será divertido. Tú, yo y unos cuantos shots de vodka —dijo con una sonrisa.

Negaste y te cruzaste de brazos. No cederías, estabas cansada y no querías terminar con una jodida resaca mañana. Además de no querer seguir las órdenes de cierta rusa molesta.

Natasha al igual que tú se cruzó de brazos frunciendo el ceño.

—Vamos, sólo es una fiesta —dijo tratando de convencerte.

—No, no quiero —dictaste como una niña pequeña que no quiere comer verduras.

Ambas se quedaron retándose con las miradas y de brazos cruzados, a la espera del movimiento que la otra pudiera hacer.

Podrías jurar que alguien te había llamado por lo que te distrajiste un poco, dando a Nat la oportunidad perfecta de saltar a la cama y abalanzarse sobre ti.

No pudiste reaccionar a tiempo cuando ya tenías a la pelirroja sobre ti.

Las dos espías entrenadas comenzaron un forcejeó intenso.

Una total pelea de gatas, como Tony diría.

—Déjame Nat —gruñiste en el suelo.

—Tú te lo buscaste —dijo sobre ti, inmovilizándote.

Le diste un golpe haciendo que se saliera de arriba tuyo. Esa era tu oportunidad de escapar, te arrastraste por el suelo, pero ella tomó tu tobillo.

No sabías cómo había vuelto a pasar, pero estabas inmovilizada, por lo que ahora Nat ató tus manos.

¿De dónde había salido la cuerda? Ni idea.

Ahora tu amiga te empujaba hacía el baño.

—¿Jugaremos al Kamasutra en el baño? —dijiste divertida.

—Sólo te daremos un baño, maldita pervertida —te empujó hasta la ducha.

Entraste de mala gana dispuesta a reprochar cuando la muy perra abrió el agua, dejando que el agua helada te bañara completamente aún con la ropa.

—Si hubieras hecho caso no estarías en esta situación —rio—. Termina que te escogeré un bonito atuendo- dicho esto salió del baño dejándote sola mientras aún te congelabas.

Colocaste el agua ahora a una temperatura satisfactoria y procediste a ducharte.

Diez minutos habían pasado y Nat ya había escogido la ropa para ti. La rusa se dispuso a esperarte, pero al ver que tardabas más de lo previsto camino hasta la puerta del baño.

Dio tres golpes fuertes.

—¡No voy a salir Natasha! —gritaste así tratando que tu amiga te dejara sola.

—Contaré hasta 3 sino sales me veré obligada a entrar y obligarte a arreglarte yo misma —amenazó.

—¡No saldré, vete! —gritaste.

Aunque tal vez sea mala idea quedarse en ropa interior ya que hacía frío, pero no le darías la satisfacción a Natasha de salir e ir a la fiesta.

Colocaste tu oreja sobre la puerta y pudiste escuchar sus pasos.

Suspiraste aliviada. Nat había entendido que no querías salir.

Sin embrago no te esperabas que literal derribara la puerta.

La miraste boquiabierta y trataste de correr afuera del baño.

—¡Quítame las manos de encima, araña! —chillaste cuando ella te agarró.

—Te di la opción de hacerlo a la buena manera, ahora cállate —dijo mientras te tomaba por los hombros y te sentaba en la silla.

Te ató rápidamente mientras tratabas de forcejear.

—¡Natalia Romanova, déjame en paz! —le gritaste—. ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Steve! ¡Tony! ¡¿Alguien?! —llamaste tratando que el capitán o alguna persona te escuchara.

Natasha abrió tu cajón y sacó un par de medias. Las hizo una bola que colocó después en tu boca para evitar que siguieras hablando.

—Eres irritante cuando quieres —rodó los ojos.

La insultaste, pero claro que ella no entendió nada es más ni siquiera le importaba.

Procedió a subir tu vestido hasta donde pudo.

—Ahora viene la parte difícil, o te quedas quieta o te dormirás una siesta —amenazó.

Negaste con la cabeza. No dejarías de insistir.

Ella asintió cabizbaja y procedió a desatarte de la silla. Te alegraste al saber que habías ganado sin embargo sentiste un pinchazo en tu brazo y como todo rápidamente se volvió negro.

[...]

—¿Segura que no la mataste? —Clint preguntó.

La pelirroja negó mientras terminaba de arreglar su propio maquillaje.

Lentamente abriste los ojos sintiendo la suavidad de la cama debajo de ti. Intentaste moverte, pero estabas atada de manos a ella.

—¿Puedes dejar de atarme a todos lados? —preguntaste sarcástica.

—Yo jamás recibo una negativa así que eso es culpa tuya —dijo tranquila.

—Solo desátame y deja de leer 50 sombras de Grey —dijiste.

Ella rio y se acercó a ti para desatarte.

—Vaya que la pobre Anastasia sufre —dijiste.

Masajeaste tus muñecas además de estirar tus brazos acalambrados.

—Sólo vamos quejosa —Clint te empujó levemente a la salida.

—Ya verás cómo me agradecerás más tarde —susurró Nat con una sonrisa.

—¿Sabes algo que yo desconozca?

—Muchas cosas —dijo antes de guiñarte un ojo y salir de tu habitación para ir a la fiesta.