ONE SHOTS ❆ MARVEL

13. Logan Howlett🔞

Título: Lo que te pierdes

Logan Howlett / Wolverine

⚠Advertencia: Contenido sexual explícito, lees bajo tu propio riesgo⚠ (͡° ͜ʖ ͡°) 🔞

◇◇◇

Estabas preocupada, hace ya tres días que no tenías idea donde estaba Logan y peor aún si él estaba vivo.

Cuando sentiste las llaves en la puerta tu corazón se aceleró. Logan entro por aquella puerta haciendo que por fin puedas volver a respirar normalmente.

No llegó a dar dos pasos cuando tú ya estaba sobre él besándolo con pasión y acariciando su mejilla.

Lo extrañabas.

Todas las palabras e insultos que habías estado pensando para lanzarle una vez que lo vieras desaparecieron.

Él correspondió tu beso sujetándote por los muslos haciendo que tus piernas se enrollen en su cintura.

El beso se fue subiendo de tonto convirtiéndose en una lucha de lenguas y caricias por todo el cuerpo.

—Hola Logan —dijiste una vez que se separaron.

—Hola amor —volvió a besarte mientras con una mano apretaba tu trasero.

Trataste de controlar los sonidos que se escapaban por tus labios.

—¿Dónde diablos estabas? —preguntaste aún sobre él, pero enojada.

—La misión se complicó un poco —dijo mientras comenzaba a dejar un camino de besos húmedos desde detrás de tu oreja hasta la clavícula.

No pudiste evitar soltar un pequeño gemido. Él maldito sabía tus puntos débiles.

Sabía que estabas enojada y sabía lo que debía hacer para que lo perdones.

—Al menos un mensaje Logan...—dijiste en un susurró.

Tiraste de su cabello haciendo que se alejara de tu cuello. Gruñó para luego moverse y hacer que tu espalda quedara contra la pared.

—Lo lamento preciosa, sabes cómo funciona esto —te sonrió de lado y comenzó a hacer fricción sobre tu sexo.

Abriste tu boca para hablar, pero sus labios sobre los tuyos te lo impidieron.

Te agarraste aún más fuerte de él mientras quitabas rápidamente su camisa.

Acariciaste su pecho besando su cuello, sentiste como subió tu vestido tocando tus muslos y pegándote más a la pared.

Sentiste su mano en tu parte baja y cómo corrió la tela de tu ropa interior para introducir sus dedos en ti.

Logan disfrutaba de verte a su merced. Sabía que de esa manera no se ganaría una paliza por tu parte.

—Maldición Logan —gruñiste sintiendo dos de sus dedos en ti.

—Cuida esa boquita muñeca —el dijo mientras veía cómo te retorcías de placer bajo su toque.

Pensabas que era un maldito por todo lo que estaba haciendo, pero no ibas a frenarlo. Tu también querías aquello.

Lo besabas frenéticamente, lo habías extrañado demasiado. Lo necesitabas demasiado.

—Logan... —susurraste mientras el metía ahora tres dedos en tus pliegues haciéndote estremecer de placer.

El paro lo que hacía, bajo sus pantalones con bóxer y todo mientras además rompía las bragas que tenías.

—¡Oye! Eran bonitas —dijiste con el ceño fruncido.

—Estorbaban en mi camino —se encogió de hombros y sin previo aviso entro en ti.

Lo agarraste del cuello temiendo que te cayeras, él ni se inmutó por cuan fuerte lo agarrabas de los hombros, estaba concentrado en bombear en ti.

Cada vez iba más rápido preso por sentirte llegar al clímax, vaya que Logan había extrañado eso. Como tus paredes se apretaban sobre su virilidad haciéndole sentir en el paraíso.

Los movimientos se hacían descuidados, pero sin perder el placer, ambos estaban locos por dejarse entregar al máximo placer.

Tu vientre bajo se contrajo, estabas a punto de llegar, de dejarte llenar por el placer.

—Vamos Logan, estoy cerca —susurraste en su oído haciendo que sus caderas se apresuraran a llegar.

Un par de embestidas más y ambos se dejaron llevar por el placer de entregarse el uno al otro.

Dejaste caer tu cabeza en su hombro aun sintiendo las vibraciones del orgasmo que te llenó.

Logan acarició con dulzura tus caderas, besándote para luego dejarte acostada nuevamente en el sofá.

—Esto es lo que te pierdes por estar fuera —dijiste dejando un casto beso en sus labios.

—Me fui por tres días, creo que aún hay mucho tiempo que recuperar —habló mirándote con una sonrisa traviesa.

Sabías por esa sonrisa que probablemente mañana no irías a trabajar y tampoco podrías cambiar. Pero valía la pena.