96. Loki pt. 2 [Maratón]

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Título: Juegos nocturnos

Loki Laufeyson

Comentario: [Maratón fondue x 500k. 6/?]

Advertencia: Si, contenido sexual explícito y dominación. MASOQUISMO PURO. 

Si no te sientes cómoda leyendo esto, no lo hagas.

♦♦♦

Te estremeciste ante esas palabras. Dudabas mucho que el día de mañana pudieras caminar correctamente, pero poco te importaba.

Estabas haciendo realidad la fantasía sexual más grande que hayas tenido, estabas en el lugar que todas quisieran estar.

—¿Cómo te sientes? ¿Estás cansada? —preguntó.

Negaste con la cabeza, podías seguir aguantando todo lo que este Dios tuviera para ti.

—Quiero seguir —murmuraste con una sonrisa ladeada y le empujaste para que él se recostara en la cama.

Loki, sorpresivamente, se dejó controlar por tus acciones. Una vez que estuviste sobre él le besaste.

Él de inmediato llevo las manos a tu cintura desnuda y te acarició hasta llegar a la espalda y luego al trasero, donde te dio una fuerte nalgada.

En un movimiento muy rápido, nuevamente estabas debajo de él.

—Debes saber gatita, que aquí soy yo el dominante, el que manda —susurró muy cerca de tus labios.

Escucharlo te derretía completamente, ya podías sentir como la chispa volvía a brotar entre tus piernas.

—¿Vas a ser una niña obediente a tu señor? —preguntó en tu oído y dejó varios besos.

Asentiste, sin dudar de sus palabras.

—Claro que sí, señor —respondiste.

Loki decidió que quería que te levantarás, así lo hicieron ambos uy una vez que estuvieron de pie, él esbozó su típica sonrisa altanera, antes de mover sus manos. Frunciste el ceño confundida, pero luego pudiste notar lo que él había hecho.

—¿Te molesta estar atada? —preguntó burlón.

Negaste. —Claro que no.

Trataste de mover tus manos, pero las cuerdas que te ataban se apretaron aún más. Te quejaste bajito.

—Si las tartas de quitar se van a apretar aún más —casi podías oír la diversión en su voz.

Eso te puso un poco nerviosa, pero sabías que él nunca haría nada que no quisieras y mucho menos para lastimarte. No era tan malo.

Loki volvió a acercarse a ti y dejó un corto beso en tus labios. Bajó las manos por todo tu trasero y lo apretó con fuerza.

Gemiste sonoramente por eso.

—Ahora tienes prohibido hablar o emitir mucho ruido, si lo haces, te voy a castigar gatita murmuró más serio de lo que creías.

Él se colocó de espaldas a ti, sus manos bajando por tu anatomía hasta ir a tu centro, nuevamente húmedo y listo para él.

Sentiste sus dedos entrar a ti, esta vez de una forma más rápida, ya habían tenido un juego previo. Los movía haciéndote sentir gozosa, querías gemir, pero tratabas de controlarte.

Su otra mano libre ahuecó tu pezón, retorciéndolo entre sus dedos pulgar e índice. Te mordiste el labio, controlando el impulso de querer soltar sonidos de satisfacción.

No pudiste controlarte, una vez que él fue más rápido con su mano. Soltaste un jadeo y de inmediato él se detuvo.

—P-por favor —pediste al haber estado cerca.

Loki negó.

—Yo te dije las reglas, ahora tendrás un castigo —dijo.

Tras eso sentó en la cama e hizo que te pusieras boca abajo en su regazo.

Sabías lo que se avecinaba y solo rogabas porque él no fuera demasiado brusco. Una vez que estuviste con el trasero justo frente él, Loki acarició toda esa zona.

—Serás cinco nalgadas, si no te quejas, recibirás tu premio. Si fallas, te seguiré castigando —susurró quitándote el cabello de la cara—. Si crees no aguantar más, la palabra amarillo hará que sea más suave y si llegas al extremo, di rojo y me detendré, ¿has entendido, gatita?

Por más dominador que él fuera, sabías que siempre iba a querer tu disfrute, sin llegar a que te hicieras daño.

—Si, señor —dijiste.

No pasaron ni dos segundos de haber dicho aquello, cuando ya te habían dado la primera nalgada. Para tu suerte habías podido controlar los impulsos de decir algo.

Loki acarició otra vez, la zona que ahora era roja en tu nalga y prosiguió a repetir la acción. Él iba contando cada una de las palmadas.

—Tres —murmuró al dar la tercera nalgada—. Un poco más y se acaba, gatita —dijo.

Mentirías si no dijeses que eso no te gustaba, al contrario, lo estabas disfrutando y te encontrabas más caliente que antes. Aunque también podía ser el hecho de sentir la gran erección de Loki presionando en tu vientre.

El castigo había concluido y con eso suspiraste sonoramente. Tus manos fueron liberadas y las manos de Loki te acomodaron en la cama.

Acarició tus muñecas mientras unía los labios con los tuyos. Le correspondiste a medida que le abrazabas por el cuello para atraerlo más hacia ti.

Sus labios se movían con rapidez y pasión, a medida que se tornaba más caliente todo el ambiente.

Loki ya no pudo aguantar más, él también quería acción.

Posicionó su miembro en tu entrada y de una estocada te penetró. Gritaste, totalmente excitada por sentirlo finalmente dentro de ti.

Él no perdió el tiempo y comenzó a moverse con precisión, iba lo más profundo que podía. Agarró tus piernas y las enrolló en su cintura, para así hacerlo más placentero.

Lo escuchaste gruñir cuando te apretaste contra él.

—Se siente tan bien gatita —susurró—. Apretada y húmeda sólo para mi —jadeó.

El vaivén de sus caderas tomó otro ángulo, haciendo que presionaras las uñas en su espalda. Así siguieron por unos minutos, hasta que te sentiste llegar al orgasmo, Loki también encontró su propia felicidad al poder correrse por fin.

Ambos suspiraron una vez finalizado el acto, se miraron antes de volver a unir sus labios en un beso, pero este no era como los demás, necesitado y lleno de lujuria.

Este era un beso más tranquilo, sin prisa alguna, uno donde demostraban, que detrás de toda esa pasión carnal, podía existir el amor.





besos a las nenas del grupo♥

faltan del maratón: 

steve 

logan 

strange 

sorpresa 


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