Bailamos a la luz de las velas unos minutos.
Condensamos entre pisotones, risillas y la magia del momento tanta necesidad afectiva.
Quitamos el "todo" maligno del mundo y nos concentramos sólo en una cosa.
Nosotros.
Éramos el Sr. Gato subido en la mesa engullendo las sobras por las que pacientemente esperó y nosotros.
Perdidos en la bastedad de nuestros anhelos por el otro.
Deseando que la música nunca acabara.
Deseando que en un milagro el recorrido de la luna se pausara.
Y esa noche.
Ese momento.
Nuestro pequeño instante.
Fuese eterno.
Fuese perfecto.
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SAM II©
Short StoryDías de ensueño. Noche estrellada. ¿Cómo apaciento tu alma angustiada?. Quiero parar el recuerdo que envenena tu felicidad y la mía. Cuán hermoso será el día en que juntemos nuestros destinos. Es tan bella la llegada. Pero aún más lo es el camino. D...
