El que habita bajo el abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
Porque sé que en el dolor tú estas presente.
Tú mi roca fuerte, mi refugio y confidente.
Tú, la saeta de mi mano, el escudo de mi alma y mi sol al occidente.
El que habita bajo el abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
Porque en la esperanza de verte mi corazón ha descansado.
Porque el fin de las eras es nada para ti.
Padre de todo.
Dueño del principio y el fin.
Dueño de mi vida.
Dueño de la trompeta, el címbalo y el clarín.
El que habita bajo el abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
Mira mi dolor oh Padre.
Oye mi clamor, atiende a la petición mía y de mis hermanos.
¿Acaso el que da de comer a las aves, para acudir a mi ayuda ha acortado su mano?
¿Quién dio el oído no oirá?
¿Quién creó la boca no hablará?
¿Quién formó los ojos no verá?
En ti he esperado.
Sólo a ti en mis plegarias he tenido presente.
El que habita bajo el abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
El Magnífico escuchó mi lloro.
El que viste de luz y mora en lo alto, junto a las estrellas me hará descansar.
Él me llevará consigo.
Por tanto no temeré.
Porque sé que tú mi Señor, estás conmigo.
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SAM II©
ContoDías de ensueño. Noche estrellada. ¿Cómo apaciento tu alma angustiada?. Quiero parar el recuerdo que envenena tu felicidad y la mía. Cuán hermoso será el día en que juntemos nuestros destinos. Es tan bella la llegada. Pero aún más lo es el camino. D...