Cruel jornada de noche serena, se tiñen de insomnio mis ojos, en mi alma sólo hay pena.
—¿Cómo te fue hijo?.
Guardé silencio.
Ella entendió, se acercó y me abrazó.
Lo necesitaba.
Anhelaba tanto un abrazo que me quebré al instante.
Mis hombros saltaban en destellos asmáticos y sollozantes, mientras mi madre me rodeaba con sus brazos como cuando era niño.
Como cuando era feliz.
Si, yo era feliz.
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SAM II©
Short StoryDías de ensueño. Noche estrellada. ¿Cómo apaciento tu alma angustiada?. Quiero parar el recuerdo que envenena tu felicidad y la mía. Cuán hermoso será el día en que juntemos nuestros destinos. Es tan bella la llegada. Pero aún más lo es el camino. D...