El sonido del metal raspando la pintura de la pared despertó a los oficiales de turno justo antes del alba.
Al encender la luz apreciaron horrorizados la escena.
La chica yacía arrodillada frente a la pared, marcándola con el filo del utensilio con el que se suponía debía comer.
Redecoró la celda casi en su totalidad con una misma frase escrita a fuerza de tallar innumerable número de veces.
"Debí ser yo".
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SAM II©
Short StoryDías de ensueño. Noche estrellada. ¿Cómo apaciento tu alma angustiada?. Quiero parar el recuerdo que envenena tu felicidad y la mía. Cuán hermoso será el día en que juntemos nuestros destinos. Es tan bella la llegada. Pero aún más lo es el camino. D...