Ruedan y ruedan almas oxidadas.
Ruedan y ruedan hacia la luz.
Ruedan calmadas, tan limpias y puras.
Ruedan y viven a plenitud.
—Papá encenderé la radio.
—¡Mira hacia delante! yo lo haré.
—Lo sé, agh —giró los ojos.
—Sophie, devuelve eso a tu hermano, no te pertenece —exclamó la madre en el asiento trasero.
Sonó el móvil.
El padre se distrajo.
Ella lo sacó para revisar el recado, sin percatarse de su error.
Sólo fue un momento.
Un segundo.
Un instante.
¡Sólo fue un instante!.
Maldito instante.
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SAM II©
Historia CortaDías de ensueño. Noche estrellada. ¿Cómo apaciento tu alma angustiada?. Quiero parar el recuerdo que envenena tu felicidad y la mía. Cuán hermoso será el día en que juntemos nuestros destinos. Es tan bella la llegada. Pero aún más lo es el camino. D...