"Sentirlo"

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—Hijo, abre la puerta —el crujir del piso de madera me hizo notar que no estaba sola. —Vinieron tus amigos a verte.

¿Amigos?

Vi cómo mi madre daba vuelta a la manija y abría la puerta, notando que no estaba cerrada.

Entró junto a dos hombres vestidos de blanco, conocía sus caras.

Yo yacía de pie, con la espalda en la pared y el trozo de vidrio en la mano derecha.

—Hola Esteban, ¿Me recuerdas? Vamos a dar un paseo.

Comenzaron a dar calmados pasos que gritaban su intención.

Alcé la vista sonriendo ligeramente.

—Jonny, ¿Qué no te he dicho que no debes sacar la jeringa antes de tiempo? Eso asusta a los pacientes —inquirí y continué. —Igual no será necesaria.

Solté lo que tenía en la mano.

Caminé entre ellos hasta donde estaba mi madre.

Lloraba descontroladamente. Sólo la abracé y le dije lo mucho que la amaba.

Besé su frente y salí escoltado por mis ex-compañeros.

SAM II©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora