—Sam, ¿Puedes venir?.
La puerta se abrió lentamente.
De inmediato tapé tu visión con mis manos.
Reíste.
—¿Cofias en mí? —pregunté.
—Sabes que no —reíste coqueta.
—Eso es muy sensato de tu parte preciosa.
—¿A donde me llevas?
Sentiste los pétalos regados en el piso.
Con tus pies descalzos y tobillos frágiles.
Sé que los sentiste.
Sé que te gusta fingir sorpresa.
Te conozco Sam.
No tanto como quisiera.
Pero lo suficiente para enloquecer de amor por ti.
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SAM II©
Short StoryDías de ensueño. Noche estrellada. ¿Cómo apaciento tu alma angustiada?. Quiero parar el recuerdo que envenena tu felicidad y la mía. Cuán hermoso será el día en que juntemos nuestros destinos. Es tan bella la llegada. Pero aún más lo es el camino. D...