Cap.- 3 ¡Hola!

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"Laito"


Entre a una tienda de lencería ante la atenta mirada de todas las personas en el lugar, y buscando con la mirada alguien para pasar el rato, tampoco era que no pudiera hacerlo.

(Porque claro si Shu había podido traer a su novia/prometida, porque yo no podía tener a alguien con quien pasar el rato).

Así que observando solo con la mirada gire a mi alrededor y como si fuera el último bistec sobre el asador todas las mujeres en el lugar me observaban, me reí por mis pensamientos porque eran tan bizarros, entonces la mire, morena, largas piernas, ojos cafés, cabello castaño, pechos grandes, completamente sexy, un diez para mi, y la mejor parte, estaba sonriéndome.

Comencé a avanzar y deteniéndome al sonar de la campanilla, alguien había entrado, era rubia, estatura pequeña, blanca piel, demasiado delgada, bonita, pero mas que nada tenia preciosos ojos rosas.

La seguí con la mirada mientras tomaba conjuntos de lencería, y aumentando en sus manos perfecta mente podía imaginarme la con ellos puestos.

(Montada en mi, mis manos en sus muslos, con el cabello cayendo por su espalda como cascada, mis manos apretando su cintura subiendo hasta sus).Que diablos, en qué momento me había convertido en un adolescente teniendo una erección solo por un sueño húmedo.

-No me jodas.-volví a buscar a la morena y aún miradndome era mejor seguir con mi primer objetivo, vamos carajo, cualquiera que me conociera sabría que en ningún jodido universo alguien como la rubia estaría cerca de mis gustos, no era nada que llenara mis expectativas, pero entonces porque mierda estaba pensándolo tanto.-Carajo.-que diablos, de cuando acá me importaba la opinión de los demás y girando mis pasos pronto estaba detrás de la rubia, ella miraba unos bikinis y tomando uno estuvo demasiado mirándolo.

-No lo pienses tanto, te ira bien si te lo pruebas.-lentamente se giró a mirarme y mirando el bikini en su mano volvió a dejarlo en el estante.

-Mas que nada creo que no lo llevaré.-y era un echo porque sus pechos eran pequeños.

-Entonces busquemos algo de tu agrado.

-Creo me van bien los conjuntos sin tirantes.

-Bien.-comencé con mi búsqueda y encontrando algo lindo era perfecto para ella.-Que tal este.-se giró de nuevo a mirarme y mostrado el conjuntos azul, claro que le iría bien, de pies a cabeza ella era bonita, y con cortos shorts celestes, y blusa blanca, el bikini en mis manos le iría bien, con ceja en alto afirmo con la cabeza y tomándolo lo miro mejor.

-Es lindo, tal vez me lo pruebe.

-¡Deberías!.-me miró.

-¡Hay que admitir que eres un buen vendedor, y eficiente!.

-¡Cliente!, y más que nada es que me gusta correr al rescate de las damiselas en apuros-su sonrisa cantarina fue hermosa.

-Entonces estarás aquí para aprobarlo.

-Cuenta con eso.-como una princesa se giro para entrar en los vestidores, y mirando su espalda al diablo con mis estándares ella me encantaba, al fin había caído como un idiota y a primera vista era lo más jodido.

-Que no te dije que no quería estarlos buscando.-mierda, ni siquiera puede escapar porque tomándome de brazos cual niño pequeño fui arrastrado por la fuerza inigualable de mi hermano mayor Reiji.

-Reiji, espera....carajo suéltame.-pero fue inútil porque sacándome de la tienda peor fue la imagen cuando también arrastrando a Subaru a la fuerza lo mire afuera de la tienda, era seguro que a él lo había encontró antes y ahora ambos estábamos siendo llevados a la camioneta.-Espera.....Reiji encontré a una chica y ella.

Enfermizo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora