Enfermizo amor

Cap.-5 Recuerdos

"Yui"

La alarma había sonado por lo menos 15 minutos y tratando de alcanzar el celular solo no podía.

-Carajo.-mi mano saliendo de debajo de la sabana era demasiado corta y harta de el endemoniado sonido simplemente avente está para tomar el aparato y apagarlo.

Apenas eran las 10 de la mañana, (Seguía siendo temprano para mí), estire mi cuerpo y entrando al baño para cepillar mis dientes y lavar mi rostro pronto estuve lista para bajar a desayunar.

Y en verdad esperaba que todo fuera más tranquilo y es que solo después de que regresaremos de la playa el día de ayer todos habían actuado extraño, ya no estaban tan alegres y cenando en completo silencio es mas que ni siquiera Subaru y Ayato nos habían acompañado y se había encerrado en sus habitaciones.

¿Es que algo grabe había pasado?.

No tenía la menor idea, pero aún así esperaba que todo estuviera bien y solo tomando la pinza de mi buró me ate el cabello en alto entonces la puerta fue tocada, aún descalza fui a abrir y mirando a Shu le sonreí.

-Shu, buenos días, ¿pasa algo?.

Mi hermano negó y solo dándome los buenos días, Shu me avisó que el desayuno estaba listo, entonces corrí por mis sandalias y bajando con el a la cocina en ella solo me encontré con mi madre y Ayame.

-¿Dónde están los demás?.

-Por lo que se Laito y Ayato ya desayunaron y hace un rato salieron para hacer unas compras, al igual que el señor Karl y Reiji, Shu terminó hace unos momentos, y pues solo faltamos la señora Christa, tú y yo, a y Kanato pero el aun duerme.

Como era posible que Ayame estuviera al tanto de todo esto y mi madre afirmando, Shu detrás de mi se disculpo para hacer una llamada.

-Bien.-la verdad es que me había desilusionado un poco porque en verdad había querido desayunar con toda mi familia pero en fin mire a mi madre y a Ayame que juntas desayunaban mientras que conversaban.

-Ahora vuelvo.

-¿Adónde vas hija?.

-No te preocupes, ahora vuelvo mamá.-le dije con una sonrisa antes de salí de la cocina, y corriendo escaleras arriba al diablo, yo quería desayunar con mi familia, (no que mi madre no lo fuera), pero si aún Kanato no desayunaba tenia una oportunidad para comenzar con el pie derecho este día.

Su puerta estaba cerrada, porque era un echo que aún dormía y girando la perilla está sedio sin mucho esfuerzo, y en efecto mi hermano aún dormía porque enredado en su sabana prácticamente lo único a mi vista eran sus cabellos lilas.

Cerré la puerta lentamente con el menor ruido posible, y avanzando a la cama Kanato era un echo que no despertaría aún, tomé la sabana por el borde y deslizándola lentamente hay estaba, Kanato dormía plácidamente y mirando sus rasgos era un echo que como lo deduje el día anterior Kanato seguía teniendo rasgos de un niño demasiado tierno.

Kami mi hermanito era tan lindo que lamentándome de quererlo despertar solo seguí mirándolo por unos segundos y entonces replanteándome mis pensamientos tampoco era que tendría otra oportunidad.

-Por favor no te enojes.-aun con el borde de la sabana en mi mano la levanté y sacándome las sandalias entre a la cama, lentamente me acerque a Kanato y recostándome a su lado no quería perder mi oportunidad de por primera vez recordar el cómo sería dormir con alguno de mis hermanos, diablos que ni siquiera sabía si a Kanato le agradaría tenerme aquí cuando despertara, pero en caso de que no le importara ambos despertaríamos juntos para bajar a desayunar, si podía ser que a Kanato ni siquiera le importaría y afirmando a mis pensamientos no dude en abrazar a mi hermano cuando pasando su mano a mi cintura me jalo a su lado, mi rostro quedó junto a su pecho y sintiendo su respiración sobre mi cabeza no tarde mucho en relajarme para quedarme dormida.