Cap.-47

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-Deja de vigilarlos Shu.-el amigo de Yui ya llevaba más tiempo de lo que se pensaba en la ciudad y con su hermana sin despegársele a su mejor amigo como ella le decía, ni siquiera era raro ya mirarlos en la mansión juntos y es que ahora mismo y mientras que había tenido que pasar a la oficina de su padre en la mansión el rubio no había podido perderse el cómo su hermana ni siquiera lo miro por estar atenta a su amigo, y solo cuando llego con su padre y los observo por la ventana paseando por el jardín tubo que ahogarse una maldición cuando Yui comenzó a correr riendo y mientras que su amigo corría detrás de ella, apretó los puños fuertemente cuando Yui de repente se giró y su amigo abrazándola para cargarla por la cintura le grito algo mientras que ella también lo abrazaba muy fuertemente y se enredaba en el con brazos y piernas en su cintura.

-Debiste informarnos desde un comienzo de que tu habías planeado esto.-no aparto la vista de su hermana, de su amigo, de cómo él estaba besándola en la mejilla y colocándola de nuevo en el piso Yui nunca dejo de abrazarlo por el cuello.

-¿Sobre qué?.

-El que planearías traer a su amigo, que lo traerías a mi fiesta de compromiso.-y es que enterarse de lo que había hecho su padre había sido molesto, molesto porque después de lo que había pasado Yui había estado demasiado molesta con Reiji y con él, y no pudiendo hablar con ella hasta ahora a Yui parecía que ni siquiera eso le molestaba como a ellos, como a Reiji que parecía otra persona que el no conocía.

-Era una sorpresa para tu hermana, además no fue algo que yo planeara, Shin solo planeo el venir a visitar a tu hermana desde hacía un tiempo y que me informara de su llegada solo fue algo que paso de un día para otro.

-Aun así no lo entiendo.

-¿Entender que Shu?.-y mirando a su hijo aun en la ventana, si se sabía que Shu tenía un complejo de hermano con Yui, pero mirándolo como furioso no se perdía los movimientos de Yui y Shin esto ya le preocupaba porque Yui aún estaba molesta con él y Reiji, y ellos no queriendo ceder a aceptar la amistad de su hermana con su amigo no los llevaría a nada porque el como su padre sabía los resultados de todo eso.

-Él es el hermano del tipo que la hizo sufrir tanto, y a ella ni siquiera parece importarle eso.

-Shin nada tiene que ver con Carla, Shu, Carla pudo hacerla sufrir por un tiempo, pero Shin él siempre va hacerla sentirse bien, porque el, la quiere, la quiere como si fuera su hermana y Yui, ella lo quiere más.

-Ella no necesita más hermanos papa, Yui nos tiene a nosotros.-y era difícil para el como su padre pensarse esto pero si lo ponían en esa situación ellos jamás podrían competir con Shin, nunca con él por el cariño de su hermana porque ese muchacho era mucho más para su hija que su propia familia.

-Shu solo deja de mirarlos, ella está feliz porque lo extrañaba, Shin prácticamente ha vivido más tiempo del que nosotros con ella y si ahora mismo no se le despega es porque no tardara en volver a extrañarlo cuando el se marche de nuevo a Nueva York.-¿pero cuando seria eso?, cuando porque el rubio ya no podía soportar el mirarlos de esta manera, juntos, con Yui solo sonriéndole a el y tomados de la mano fue lo último que miro antes de girarse para mirar a su padre que también lo miraba.-Shin solo pidió permiso para estar fuera de su universidad dos semanas, el mismo me lo informo, así que trata de tranquilizarte y deja de molestarte por mirarlos juntos, porque no vas a ganar nada con esto, ellos no dejaran de ser amigos, y Yui jamás dejara de quererlo porque a ustedes no les parece.

-No es que no me parezca que ellos sean amigos, pero.

-Pero nada, solo deja en paz a tu hermana y su amigo, no ganas nada con esto, estás cansado hijo y la boda debe de ser tu único enfoque.-y lo estaba, Shu se miraba tan cansado, tan fastidiado y cuando se dejó caer en la silla frente a el no se perdió el como Shu exhalo y serrando los ojos también dejo caer su cabeza hacia atrás.-Esto pronto pasara Shu, solo espera a después de la boda y te prometo que todo abra balido la pena.

Enfermizo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora