Cap.- 39

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-Jodidos cólicos.-prácticamente me había pasado el día entero bajo las sabanas de mi cama sobrellevando el mal día que se me había cargado, pero cayéndome en cuenta que no me podía seguir así había decidido levantarme para tomar un baño y prepararme para mi trabajo de medio día, porque si este día iba a ser uno malo, por lo menos iba a ser malo pero con paga.

-Señorita.-amablemente hice una reverencia cuando mire a Malcom y este me abrió la puerta del auto, porque no solo porque tuviera una mal día yo se lo arruinaría a los demás y menos aún me desquitaría por mis dolores con otras personas, así que solo en silencio nos dirigimos a la empresa y bajando del auto cuando llegamos di los saludos correspondientes como cada día.

-Señorita Yui.-(Un cambio de planes), me pensé porque nunca antes la recepcionista me había llamado, no si no era para saludarme y caminando hacia ella espere hablara.-El joven Shu la espera en su oficina, el me indico que se lo informara cuando llegara.-raro pero no tanto después de mi pasado día y el hecho de que seguro Reiji ya le había contado de mis actos, (Claro de seguro ya miro el video y las fotos, joder Yui lo que te espera), mierda, pero que más me resigne porque era mejor que me regañara en este momento y no después cuando el coraje se le subiera más, y suponiéndome que esto no estaría tan mal como mis dolores creía que lo resistiría.

-Gracias.-me gire para caminar hacía el elevador y entrando en el respire mucho para sobrellevar lo que se me vendría.-Solo cálmate y aguanta Yui.-claro era lo único que podría decir ahora, pero en fin llegue a al piso donde se encontraba la oficina de Shu y mirando a su secretaria camine hacia ella cuando salí del elevador.-Hola.-le sonreí en un momento de cero dolor y regresándome la sonrisa hablo.

-Hola señorita Yui, su hermano me informo que la recibiera, el ahora esta con una persona pero solo acabando de atenderla podrá entrar.-ok, solo tendría que esperar un poco más por mi regaño y esto acabaría, y entre tanto solo el terror de lo que se me vendría me torturaría.

-Señorita Yui.-tan atenta estaba en mis pensamientos que ni cuenta me di en que momento alguien se detuvo a un lado de mi y girándome mire a el señor Takachi el antes intendente de la empresa.

-Señor Takachi regreso de sus vacaciones.-hice una reverencia imitándolo y sonriéndole el hiso lo mismo.

-Si regrese este fin de semana, acabaron mis vacaciones y ahora estoy de regreso para trabajar, de echo ahora mismo estuve con tu hermano y el me dio la bienvenida.-claro mí hermano era muy educado y sencillo para darle la bienvenida hasta a la persona de intendencia y eso era algo que le admiraba porque aun siendo la persona que era no le quitaba la sencillez a su forma de ser.

-Claro, entonces supongo que para esto me llamo mi hermano.-seguro era también para darme alguna nueva responsabilidad y no solo por mi regaño, porque con la llegada del señor Takachi seguro que cambiaría mis obligaciones y trabajo, pero en fin tampoco era para quejarme porque esto sucedería de cualquier manera.

-En realidad no lo se, pero ahora mismo tengo que retirarme me espera el trabajo y ya va siendo hora de que me ponga a hacer de nuevo mis deberes.-y solo sonriendo y dándome una nueva reverencia que le imite el señor Takachi se retiró para dejarme con la secretaria que no tardando me indico que ya podía pasar a la oficina de mi hermano.

-Gracias.-sonreía antes de ponerme completamente seria y respirando tome la perilla de la puerta.-Tu puedes Yui, solo respira y gira la perilla.-claro era más fácil decírmelo que hacerlo.

-Pasa algo señorita Yui.-ok estaba quedando como una completa boba frente a la secretaria de mi hermano y negando por fin gire la perilla para entrar a la oficina.

-Entra rápido y cierra la puerta.-ok eso había sido demasiado rápido para Shu el cual ni siquiera me había mirado, y haciendo lo que me dijo rápido avance hasta estar cerca de su escritorio.-siéntate.-y seguía sin mirarme.

Enfermizo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora