Había llegado a mi casa muy triste, según yo seguro de lo que había hecho, pero mi corazón no entendía nada, no sé si me dolía más perder mi trabajo, o que Sofía jugara así conmigo, creo que pierdo mi tiempo pensando esas cosas, es obvio que ella nunca dejó de ser la misma riquilla insoportable que conocí desde el principio, no le importa nada, y yo que no me dejaba de sentir mal por haberla robado, solo los brazos de mi madre parecían darme el consuelo que necesito...
-¿Qué te pasa mi amor? -decía mi mamá angustiada...
-Perdóname mamá, pero tuve que renunciar a mi trabajo -ella me miró sorprendida y preocupada...
-¿Cómo? pero ¿por qué?, que pudo ser tan grave como para qué llegaras así -me dijo mientras me abrazaba...
-Nada -obvio ella no quedó satisfecha...
-No por nada se llora, decime o me voy a enojar -me regañaba como si fuera un niño...
-Sofía me engañó, jugó conmigo, me mintió el día de tu fiesta, haciéndose pasar por borracha para hacerme quedar como un idiota, y eso no se lo voy a permitir... -le dije muy enojado...
-¿Sofía? ¿estás seguro? -me decía confundida...
-Si mamá, obvio que estoy seguro...
-Pero esa no se parece a la Sofía que conocí, ¿dejaste que te diera una explicación?... –me miraba sacada de onda...
-No, ¿para qué?, no tiene caso, ella es así, es rica mamá, juega con los pobres, se cree con el derecho de burlarse de los demás, solo porque tiene dinero, la que viste aquí fue una máscara que usó... –yo estaba furioso pero ella no creía nada...
-Ay hijo, yo no puedo aceptar eso, no dejes que tu enojo te ciegue por favor... -pero ¿por qué la defiende?
-Vos sos muy buena mamita, por eso te cuesta ver la maldad, pero no te preocupes, que ya conseguiré otro trabajo, por el momento algo me deben de dar, y con eso compramos el otro mes de tus medicinas, tranquila -le decía para calmarla...
-A mi lo único que me preocupa sos vos mi vida, y sé que con todo esto estás sufriendo, porque aunque lo niegues, yo sé que la quieres mucho -me miraba con ternura...
-Eso ya no importa mamá, además ella ni se inmutó -le decía molesto -es una locura que voy a sacar de mi vida, y punto, ella y yo no somos compatibles... -mi madre me tomó la mano...
-El amor no conoce de razones hijito, y aunque sean tan diferentes, cuando uno ama lucha, y no se rinde por nada... -sus palabras me hacían sentir mal...
-Si mamá, pero a veces el amor de un solo lado no alcanza, y ya no se puede hacer nada -ella me miraba triste...
-Igual, no te agobies, hay que dejar todo como está, ella en su mundo y yo en el mío, es lo mejor... -le dije abrazándola, con un nudo en la garganta...
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Por más que había llorado casi toda la noche, este dolor y amargura no se me quitaban, por suerte era sábado y no tenía clases de ninguna especie, así que no se me apetecía para nada salir de mi habitación, me sentía sin fuerzas, casi como si estuviera resfriada, solo que esto no se me iba a ir en unos días... mi amiga se había quedado preocupada por lo que había pasado, y como no quería ver a nadie, ella respetó esa decisión y por eso vino en la purita mañana a verme...
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Tu Mirada En Mí
Roman d'amour-Hola, mi nombre es Sofía Altamirano Villaroel, tengo 19 años, amo el teatro, actuar es mi pasión, soy hija (si se le puede llamar así) de padres adinerados, cuya única preocupación es mantener la clase, y el estatus económico en orden, su palabra e...