Capítulo 99: Una Navidad Diferente

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Mirarlo siempre a los ojos fue lo mejor que me pasó en la vida, ahí pude encontrarme cada vez que me sentía perdida, cada instante que quería desvanecer, y cada momento en que necesitaba decirle lo mucho que lo amaba....siempre su mirada fue el espejo de su alma que se iluminaba y brillaba para mi...

Creo que he llorado más de lo que he reído en la vida, pero cada momento vivido con Christian, y ahora con mis hijos compensa todo el dolor, porque mi amor es tan inmenso que llena todo mi corazón sin dejarle espacio a nada más que no sea la felicidad, el tenerlos a ellos, a mi familia, y mis amigos, hacen que cada lágrima derramada valiera la pena para estar aquí hoy, disfrutando de tanta dicha....

Han pasado ya casi 4 meses desde que Christian me pidió matrimonio, fue la pedida de mano más hermosa y maravillosa del mundo, me encantó verlo todo romántico arrodillado frente a mí, llorando como yo lo hacía, cierro mis ojos y lo llevo grabado en mi mente, fui tan feliz y lo sigo siendo a su lado....y más al sentir el apoyo de todos los que nos quieren....

Por nosotros nos hubiéramos casado al día siguiente, pero ambos pensamos que después de todo lo que habíamos pasado nos merecíamos una boda especial, mágica, bien planeada, entonces decidimos unirnos en matrimonio cuando nuestros bebés ya nacieran, así ellos podían ser testigos del gran amor de sus padres, todos estuvieron de acuerdo con nosotros, tanto así que han colaborado y han sido partícipe a su manera de cada detalle del festejo....además buscarme un vestido con esta panzota que cargo creo que iba a ser muy difícil....

Nuestro proyecto finalizó de la mejor manera, Meli, Samuel y nosotros pudimos sacar a adelante nuestro trabajo con mucho esfuerzo, la empresa generó nuevos y buenos ingresos con la remodelación que le hicimos, y gracias a ello tuvimos una buena remuneración y un maravilloso reconocimiento por parte de nuestros jefes, y eso nos hizo sentir muy orgullosos de nosotros mismos, y dejarnos una ayuda importante para el nacimiento de nuestros mellizos.....

Ya estaba entrando en mis últimos días de embarazo, todos estábamos ansiosos esperando solamente la llegada de los nenes, mis fechas coincidían con la navidad, entonces era una emoción gigante porque iba a ser nuestras primeras fiestas todos juntos, ya que Osiris y Pato prometieron llegar para estas fechas, aunque no sabíamos exactamente ¿Qué día? y eso nos tenía más llenos de ansiedad...digamos que mi casa era solo risas, cantos, y bailes por el espíritu navideño que rondaba el ambiente....yo me esmeraba por ayudar, pero ya el agotamiento del peso de los bebés me cansaba mucho, así que casi no me dejaban hacer nada, solo descansar para estar preparada para el parto, no podía quejarme porque me chineaban bastante...

-Dale mi amor, que yo quiero ayudar     -le decía a Christian mientras lo veía colgar las guirnaldas de la escalera      -él me miraba sonriendo...

-Que no mi amor, no seas cabezona, quédate quieta ahí    -me retaba     -yo hacía pucheros enojada, cruzándome de brazos... –él me miraba y bajaba riendo a darme de besos, yo me hacía la rogada, pero no podía serlo por mucho tiempo...

-Me encanta cuando haces pucheros gordita de mi vida      -me decía tomando mi boca con su mano y besándola       -yo me rendía tomándolo del cuello, y él por la cintura....

-Miel, miel, miel....parece que en cualquier momento se me va a subir el azúcar    -dijo Elizabeth burlándose.... –todos reían....

-Ya te va a tocar a vos Eli, espérate que te encuentres a tus patas vueltas      -decía Meli riendo, abrazando a Samuel, que la besaba...

-Nahhh, eso nunca pasará, recuerden.... ¡libre soy, libre soy!.... –cantaba Elizabeth y todos echaban a reír....

-Ay hija, yo que vos no lo diría tan segura    -mi papá la vacilaba... -ella negaba...

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