Capítulo 16: El Corazón Lo Sabe...

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-No tienes derecho a decirme eso     -él me miraba confuso       -vos qué demonios sabes lo que yo he sufrido en la vida, no tienes la mínima idea de lo que decís....   –le decía llorando enojada      -traigo este dinero también, que no es ninguna limosna, es tu pago por los días trabajados     -se los tiré en el suelo enfadada     -y las pastillas se las regalé a tu madre no a vos    -le dije mirándolo resentida, y dándole la espalda... -apenas y sentía fuerzas para caminar....

-Señora, disculpe que por mi culpa haya tenido que pasar este momento, me alegro haberla visto, espero se siga sintiendo mejor con el tratamiento...   -le dije limpiándome las lágrimas....

-Gracias linda, pero ¿no le vas a decir a Christian lo que me dijiste a mí?   -ella me miraba afligida...

-No señora, no tiene caso, me quedó muy claro lo que él piensa de mi, fue un error haber venido            -le decía mientras Christian no me quitaba la mirada pero no decía nada....   –que tenga bonito día, ojala algún día nos volvamos a ver      -le di una abrazo y beso...

-Lo siento hija      -yo traté de sonreírle, para que viera que todo estaba bien, y disimular que todo esto me estaba doliendo...

Me decidí a marcharme, pero antes de irme tuve que mirar por última vez a Christian, él seguía en la misma actitud, así que comprendí que a pesar de haber llegado con la mejor onda, no iba a conseguir nada, y tampoco tenía previsto rogarle, así que después de mirarnos en silencio unos segundos, agarré mi bolso, y me fui del lugar lo más rápido que pude, necesitaba alejarme de él, para no volverme a poner a llorar, y darle gusto... es un estúpido, que no merece que llore por él.....

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Tuvo la osadía de tirarme en el piso el dinero, siempre imponiendo su voluntad, una niña caprichosa, no podía estar más enojado, ¿cómo podía sentir tanto por ella, si somos tan distintos?, me mató verla llorar, e irse sin decirme nada más, pero sé que es lo mejor, que haga su vida con su prometido, que yo trataré de hacer la mía....

-No puedo creer lo que hiciste Christian    -me decía mi madre molesta...

-Ya mamá, no quiero seguir con el tema, odio que la defiendas...   -ella me golpeó el brazo...

-No la defiendo, soy justa, cosa que vos no sos...    –y ahí va de nuevo...

-Mamá, por favor, ella solo vino a demostrar que tiene poder nada más, no seas ilusa...

-El iluso sos vos hijo, ¿sabes a que vino la pobre?    -yo le esquivaba la mirada...   -vino a pedirte disculpas por lo que hizo y a decirte que volvieras a tu trabajo        -sentí una punzada en el pecho, y miré sorprendido a mi mamá...

-¿Qué? eso no es cierto       -no podía creerlo...

-Es tan cierto, como que vos la tratas a ella de egoísta, caprichosa y soberbia, y eres exactamente igual, Sofía vino con toda la mejor intención y arrepentimiento, y vos te comportaste como un bruto que la lastimó........ –me hacía sentir mal...

-No puede ser mamá, soy un tonto entonces... -me lamentaba...

-Ya lo sé hijo    -me retaba

-¿Y ahora qué hago?    -ella me miraba conmovida...

-Búscala, de seguro aún no se ha ido, corre ve    -no me lo había dicho cuando empecé a correr para ver si la alcanzaba...

La lluvia empezaba a caer, y yo lo único que deseaba era hablar con ella, la distancia de mi casa a donde podía haber dejado estacionado el auto era larga, así que tal vez podía lograrlo, mientras corría pude divisar su hermosa silueta donde iba, a pesar de la lluvia ella caminaba despacio, parecía no importarle que se mojara, ya cuando estaba muy cerca de su auto la llamé para que se detuviera, no volteó, no sé si no me oyó, o no quiso hacerlo, pero apuré más el paso hasta llegar a ella...

Tu Mirada En MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora