Capítulo 28: Empezar A Confiar

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-No digas eso mi amor, vos no estás manchada por nada, sos una mujer valiente y digna de ser amada   -yo la miraba haciendo pucheros   - yo te prometí que cambiaría con vos, y no mentía, y lo único que me interesa en la vida es que seas feliz, y sea como sea yo voy a estar ahí dándote el aguante, apoyándote siempre      -esas palabras me llenaron de alivio....

-Exacto amiga, yo igual, desde que nos sacábamos mocos juntas en el jardín de niños   –las 3 reíamos     -juramos ser amigas por siempre, y ya han pasado un poquito de añitos y aquí seguimos, y sabes que te apoyo horrores    -me hicieron llorar y las abracé...

-Muchas gracias a las dos, las amo mucho   -al final las tres terminamos llorando...

-Voy a levantarme de la cama, sé que no puedo salir de la casa, pero quiero salir al patio, ver a Pinky, ahh, y quiero pasar por la habitación de doña Sonia, para ver cómo está... -mi mamá me miraba contenta...

-Me alegra mucho hija, que tengas ánimos de levantarte, creo que tendré que agradecerle a alguien por ahí   -me miraba pícaramente, sonrió y se fue.....

-A mí eso me suena que al que quieres ver es a Christian  -Meli se burlaba de mi...

-¿Qué decís?, no metas cuento amiga, yo quiero ver a doña Sonia, vos sabes que la quiero mucho, supongo que se enteraría de todo esto y a como es, la pobre debe estar preocupada...

-Si si dale yo te creo   -empezó a reírse y salió corriendo para que yo no la golpeara...

Es una loca sin remedio, pero el llevar toda una vida de amigas la hacían conocerme a la perfección, era obvio que además de ver a la señora Sonia, todo pretexto es bueno para verlo a él también, sentí que mi madre con lo que me dijo estaba apoyando mis sentimientos hacia Christian, o por lo menos no cerraba la posibilidad de aceptarlo, y dar luz verde a una eventual relación.... ¿relación? ¿qué estoy diciendo?, una cosa es decirlo y otra muy diferente hacerlo, además no estoy segura de nada, ni siquiera confío en mi....por más que a él le guste, y me quiera, dudo mucho que quiera tener algo con una persona tan complicada como yo...

Meli me acompañó hasta la habitación de doña Sonia, escuchamos voces y sin confundirme, sabía que una era de Christian, me empecé a poner nerviosa, cosa que a mi amiga la divertía mucho, no paraba de reír y molestarme, mientras yo la codeaba y la retaba para que se callara...

Toqué la puerta, pensé que la abriría la enfermera, pero él me sorprendió mirándome con asombro, pero con una sonrisa enorme y hermosa....

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-¡Sofía!   -le dije emocionado   -que alegría me da verte levantada

-Gracias, si, una sopita y un baile me hicieron sentir mucho mejor   -yo sonreía     -y vengo a agradecer a la maravillosa creadora de tan maravilloso remedio.... –ambos reíamos, y mami se asomaba...

-¡Hija!!, pasen chicas, espero no estén hablando mal de mí    -yo me hice a un lado para que pasaran, Meli entró primero y Sofía después, al pasar a mi lado nuestros cuerpos se rozaron haciéndome estremecer, nos miramos, pero ella prefirió seguir, tratando de disimular un poco, mientras yo tomaba aire........

-Hola doña Sonia ¿cómo sigue?   -corrió a abrazarla...Meli también lo hizo....

-Ahí vamos Sofía un poco mejor, pero ¿y vos?   -le dijo preocupada, Sofía se entristeció...

-¿Se enteró?     -dijo apenada...mi mamá asintió...

-Lo siento mucho mi niña   -Sofía se mordía los labios...

Tu Mirada En MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora