3. Tu casa es...

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-Fuera- digo, señalando a la puerta del compartimento.

-¿Yo? ¿Por qué?- gimotea Draco.

-Porque me tengo que cambiar de ropa, chaval- digo, como si fuera la cosa más obvia del mundo. ¡Uy, si resulta que lo es!

-¿Y qué? ¿No quieres que te vea?- suelta. ¿Eso ha intentado ser coqueto o algo?

-¡Drailey al poder!- grita Leah, extasiada.

-¡Draco es de Harry, bitches!- afirmo a voces-. Anda, vete un ratito con tu novio y nos dejas cambiarnos tranquilas, ¿sabes? Lo que hay debajo de esta camiseta no debe verlo na-die.

Draco sale a regañadientes, pero no deja de hablarnos desde fuera mientras nos cambiamos.

-¡Harry no es mi novio!- me quito la blusa...

-¡Ya te gustaría!- me echo la túnica encima...

-¡Ah, ni hablar!- me pongo la capa y abro la puerta.

-¡Eeh, que yo no he acabado!- dice Leah.

-Es tu hermano, debería sudártela un poco.

-Anda, si es verdad- dice, y acaba de cambiarse con toda tranquilidad.

-Bueno, fuera- dice Draco, como si yo me fuera a ir. ¡Ja!

-Uaaaauuu. ¡Una túnica, y es mía para mí sola! ¡Y es de verdad!

Me la pela un poquito, un poquito mucho, lo que diga Draco.

-Sigue admirando tu túnica fuera, ¿quieres?

-No- sonrío-. Soy tu "ex", comillas comillas comillas- digo, haciendo el gesto con los dedos-, supuestamente te he visto mil veces así.

-Uoooh, y seguro que después de verlo te daba duro contra el muro ¿a que sí?

Me doy un facepalm.

-Entonces tú eres mi "ex", comillas comillas, no hubiera pasado nada si te hubiera visto cambiándote en antes- rebate Draco, y menos mal que Leah contesta porque no tengo argumentos para eso.

-¡No, sí hubiera pasado, te habrías empalmado y no quisiera haberlo visto!

-¡Leah Antonia Malfoy! ¿En qué estás pensando?- riñe su hermano entre risas.

-En Larry, en comida y en lo monísimo que es Niall, ¿por?

De nuevo, risas. Draco se resigna a cambiarse delante de mí, y cuando está sin camiseta se me ocurre gritar:

-¡Anda, no me extraña que le gustes tanto a Harry!

Leah se ríe como una loca, y parece que le falte el aire, y Draco, sonrojado, se echa la túnica encima.

Oye, está bueno y es verdad, ¿qué problema hay en decírselo?

Draco saca la varita y, con una cara que intenta ser seria, me dice:

-Dame un motivo para no echarte un crucio.

-Pues... Que no sé lo que es un crucio- sonrío-. ¡Eh, espera! Esa varita la vi en la tienda. Espino y pelo de unicornio, ¿no?

Draco asiente. El resto del viaje me lo paso aprendiendo conjuros básicos, con los Malfoy de profesores. He conseguido desarmarlos al menos tres veces a cada uno, pero me he puesto tan contenta que he acabado sacando, de alguna manera, babosas de la jaula de Jev.

Jev, perdona!- digo, intentando recoger las babosas-. ¿Cómo se para esto?

-Finite incantatem- conjura Leah, y las babosas desaparecen-. Si el hechizo no es demasiado fuerte, un finite incantatem bastará para acabar con él.

Hija De Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora