7. Fred y Rinywings

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Narra Ailey Abbado

Es el día de la prueba. ¡Síiii! Llevo aquí dos semanas, y llevo una entrenando con Fred todos los días. Ese hormigueo en la barriga que aparece cada vez que monto una escoba no se esfuma nunca, y no tiene nada que ver con eso de estar a solas con Fred, pero me da lo mismo. Ya no me caigo de la escoba, y el pelirrojo dice que vuelo bien. Eso sí, no ha intentado besarme de nuevo, pero Draco no ha asomado ese pelo teñido por aquí en ningún otro entrenamiento. No habría habido ningún problema, hombre. Al menos, a mí no me habría incomodado...

-Estoy nerviosa, nerviosa, nerviosa, pero mucho, y cuando me pongo nerviosa hablo rápido, ¿estoy hablando rápido?

-Un poco... ¡Qué mierda, pareces una ametralladora de palabras!

Fred y yo estamos en el vestuario, esperando a mi turno.

-¿Tú no tenías que estar ahora mismo en, fuera, con los demás miembros del equipo?

-Debería, pero no pienso hacerlo- sonríe él, y solo consigue ponerme mas nerviosa. Buffff...

Se hace un silencio incómodo, pero quizás esté demasiado nerviosa para darme cuenta.

-Ailey, tu turno- dice un chico, entrando en el vestuario. Creo que es Oliver Wood, el capitán. Y creo que a Fred le va a caer una buena bronca por no estar con los del equipo, fuera, pero no sucede.

Oliver, Fred y yo salimos al campo, y hoy está aún más bonito que siempre. ¿Cómo puede ser bonito un campo de quidditch? Chico, no lo sé, simplemente es bonito. Es como si me preguntan qué veo yo de bonito en un animal llamado Rinywings que me puede matar a cualquier momento. Ñeh, es bonito, punto.

-¡Atrápala!- grita una chica negra, creo que se llama Angelina, nada más piso el campo.

Mi reacción es inmediata: con un pie encima de la escoba, piso el suelo fuerte y salgo volando. Estoy en desequilibrio, pero simplemente tengo que atrapar a Katie Bell, y ella es mucho más grande que una snitch. He cogido ya unas 10 snitchs en entrenamientos, supongo que seré capaz de coger a una persona.

Acelero en la escoba, aún con la pierna fuera, y creo que estoy a punto de caerme, pero me da igual. Debo atrapar a Katie, ahora, ahora y ahora, aunque eso implique volar colgada, aunque eso implique caerme. Fred y su Protego estarán ahí, y si me caigo, la señora Pomfrey puede curarme. Ahora lo que importa es coger a Katie.

Me quedan un par de metros hasta ella. Cada vez me resbalo más, pero soy capaz de montarme bruscamente en la escoba, acelerando y soltando un brazo, al mismo tiempo que toco la espalda de Katie.

-¡Increíble!- dice ella, frenando-. Me has cogido en muy poco tiempo, relativamente poco para no estar montada en la escoba.

-Iba en la escoba, pero si tú lo dices...

Chocamos los cinco, y bajo de nuevo al campo.

-Eso ha estado estupendo, ¿sabes? Ésa es la actitud que quiero en mi buscadora, donde antepones la snitch a tu seguridad. Eres rápida, incluso para tener medio cuerpo fuera de la escoba, y eso me asombra, tanto como el hecho de que seas tan buena con una sola semana de entrenamiento.

-La entrenó el mejor- dice Fred, y me sonríe.

-No te eches flores, cabeza tomate.

El equipo suelta una leve risa, todos excepto Angelina. ¿Y a ella qué le pasa?

-¡Chica, estás en el equipo!

Me explota una oleada de alegría en el pecho, y creo que a los demás también porque me ahogan en un abrazo. ¡Sí, buscadora! ¡Y con Fred en el equipo! ¡Y estoy en el equipo, vamos a patearles el culo a los otros, bitches! ¡Viva yo!

Hija De Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora