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-Entonces está todo claro, ¿no?

-Te voy a proponer como futura capitana del equipo de quidditch- comenta Oliver-. Has puesto en orden hasta el pelo de Quien Ya Sabes.

-Es que Ailey es fabulosa- susurra Leah-. En serio, ¿no pensais nada de que sea una...?

-¿Una Slytherin? Descuida, entre amigos las casas desaparecen- grita Angelina, sonriendo, y le da un codazo amistoso a Leah. Esta imagen me enternece, pero no lo bastante para que no proteste:

-No grites, vas a despertarles.

-En serio, ¿yo qué pinto aquí?

-Cállate y haz algo por tu hermano- Hermione le da una colleja a Ron.

-¡No les debo nada, convirtieron mi peluche en una araña gigante!

-Ron...

Todos hacemos puchero, y creo que le terminamos convenciendo.

-Me debeis una- rebufa, acercándose a la puerta y después llama con suavidad-. ¿Quién mas hay dentro?

-Nadie. Los he echado a todos- dice Oliver-. Ya se han ido- después, le hace un gesto a alguien que está más atrás de nosotros-. Pero oye, ¿cómo que hay aquí dos Slytherin?

-El mapa del merodeador- explica Harry-. No me ha costado nada colarlos.

-¿El qué?- dicen todos.

-Nada- decimos Harry y yo. Acto después, soltamos una pequeña carcajada.

-¡Ya vienen!- dice Ron, con la oreja pegada a la puerta.

Y entonces nuestra reacción es inmediata: Harry, Ron, Hermione, Draco, Leah y yo nos metemos bajo la capa invisible (sí, somos más o menos pequeños y al encogernos, cabemos debajo) mientras los demás se apretujan contra la pared y hacen hechizos de oscuridad alrededor.

-¡A ver, quién se ocurre a llamar a la puerta a las...! ¿Qué hora es, George?

-Las ocho de la mañana.

-¡A las ocho de la mañana!

-¡Y en nuestro cumple!

-¡Tiene huevos la cosa!- concluyen a la vez, y después abren la puerta de un sonoro golpe. Tres, dos, uno...

Todos salimos de los escondites a la vez, sorprendiéndolos.

-¡Ostias!

-¿Os habeis propuesto eso de matarnos de un infarto?

Después, George cuenta con el dedo.

-Nueve personas. Hacen falta nueve personas para despertarnos.

-Y...

-¡Pero es vuestro cumple!- gritamos todos a la vez, y yo añado:

-Hoy vais a seguir el papel higiénico. En mi casa se hacía, pero como no tenemos papel higiénico, vais a seguir los patronus.

Y dicho esto, nos acurrucamos como podemos entre capas de invisibilidad y hechizos de sombra. Huimos lo más sigilosamente posible.

Narra Fred Weasley

-No se tú, pero a mí me da pereza seguir el papel de váter a las tantas de la mañana- dice George.

-¿Nos volvemos a dormir?

Asiento con la cabeza, y nos metemos otra vez en la habitación. No alcanzo a ver lo que hace George, pero yo me tumbo boca abajo de un planchazo, y ahí me quedo un par de segundos. Es el tiempo justo hasta que entra un patronus en forma de terrier y vocifera:

Hija De Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora