43. Malfoy Manor

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Maratón cetci 1/4

-Adiós- digo, abrazando a Oliver.

-Cuídate, enana- dice en mi oreja, y me hace sonreír.

-No prometo nada.

Le suelto y echo un vistazo a los trasladores: una cuchara, una bota vieja, unas gafas de sol rotas y un periódico viejo.

Me despido de Angelina y de Katie con un abrazo, haciéndoles prometer que patearemos a Hufflepuff en el próximo partido.

-¡Claro que sí!

-¡Esos tejones no tienen oportunidades!

Chocamos los cinco, y entonces alguien me abraza desde atrás.

-Ten cuidado con esos Malfoy- susurra en mi oreja la voz de Fred, y le abrazo en medida de lo que puedo.

-No te mueras por el camino.

-No lo haré.

Entonces me besa en el cuello, pero no como ayer, sino con algo más de dulzura. Pero ahora, como nadie me tirará al agua, lo aparto con suavidad.

-Y no te comas otro Surtido hasta que vuelva- sonrío, y le beso la mejilla para despedirme.

-¡Los trasladores! ¡Falta medio minuto! ¡La bota va a Hogwarts, la cuchara para Ailey, Angie, coje las gafas! ¡Katie, el periódico! ¡Os echaré de menos!

Corriendo, agarro la cuchara con una mano y con la otra agarro mi equipaje y la jaula de Jev.

-No tardaremos en llegar a Malfoy Manor. Compórtate, ¿vale? Y si tío Lucius no te deja salir, voy a sentirlo mucho, pero debo obedecerle. Es mortífago- esto último lo digo moviendo los labios, pero la palabra provoca un escalofrío en Jev-. No va a pasarnos nada, ¿vale? Ten cuidado, Jev, sabes que te amo.

Entonces todo da vueltas, y dos segundos después aparezco en una enorme explanada cubierta de malas hierbas.

-Debe ser el sitio ese de los números- le digo a Jev-. ¿Dónde estará Leah? Porque aquí hace un poco de frío, solo con la camiseta y el pareo. ¿Debería ponerme la túnica antes de ir a... A sabe Dios dónde? Creo que has dicho que sí.

Saco la túnica de mi baúl, desordenándolo todo, y me la echo por encima. De todas formas, no se notará la ropa de playa debajo. Me estoy pasando la túnica por la cabeza, cuando oigo la voz de Leah:

-¡Ailey! ¿Dónde estás?

Y a su lado suena otra voz más adulta, más curtida y ronca:

-¿Estás segura de que esa mestiza como se llame se ha aparecido por aquí?

-El chico Wood me afirmó que sí.

-Es un sangre sucia, no deberías hacerle caso- repone la voz adulta. Impone, la verdad, impone mucho, y no tengo ganas de que me encuentre con ropa de playa, así que me pongo la túnica muy rápido y llamo a Leah con voz débil.

-¿Ailey? Padre, es ella.

Cojo el baúl y la jaula de Jev, y entonces empiezo a buscar a los Malfoy. Leah está un poco lejos, junto a un hombre que supongo que debe ser su padre.

Estoy a punto de salir corriendo y abrazarla, pero le veo la cara a Lucius y el impulso se me pasa. Creo que no conviene meterse con él, ni hacerlo enfadar, así que no buscaré pelea.

-Hola, Ailey- sonríe Leah, algo formal, y le contesto de la misma manera, a sabiendas de que puede pasar cualquier cosa si no lo hago-. Padre, ¿puedes levitar su equipaje?

Hija De Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora