4. Hipogrifos y Felix Felicis

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Me despierto temprano, y odio levantarme temprano, pero hoy me da igual. ¡Hogwarts, la magia es real, jodeos Hailee y Diana! El prefecto es Percy Weasley (sí, otro Weasley. ¡De verdad, no sé de dónde sacan tantos hijos!), y la contraseña para entrar es corazón de shipper. Y me llevé un pequeño susto al ver el cuadro parlante...

Comparto habitación con Ginny y Hermione, y unas tales Parvati Patil y Lavender Brown. Por lo que sé, Parvati tiene una gemela en otra casa, y se ven mucho, no habrá problema para ver a Leah y Draco, ¿no?

-Herms, ¡Herms!

Hermione se despierta, furiosa.

-¿Qué? ¡Son las seis de la mañana!

-Pero no tengo sueño, y he pensado que a lo mejor me podrías enseñar algo de por aquí...

Emocionada y algo soñolienta, Hermione me pone al día en Herbología y en Historia de la Magia, y me pregunta por mis optativas.

-Mira, son estas- dice, señalando un papel-. Elige las que quieras, yo las he cogido todas.

-Yo quiero, ehm, Cuidado de Criaturas Mágicas y Runas.

-Las dos las compartimos con Slytherin.

-¡Toooma!

Hermione frunce el ceño.

-No entiendo por qué te alegras tanto. Excepto Leah, todos son unos estirados.

No le rebato eso porque prefiero dejar a cada uno con su opinión, aunque la mía sea distinta.

Parvati y Lavender se despiertan, y empiezan a hablar animadamente.

-¡Hola, nueva!- me dice Parvati.

-¡Hola, vieja!- contesto, sonriente.

-¿Es verdad que sales con Malfoy?- pregunta Lavender, sin rodeos.

-Es mi hermano, aunque por sangre somos primos, creo. Osea que no- me apresuro a añadir.

Se hace una pausa, vigilada por la cara desconfiada de Parvati.

-¡Tengo hambre!- grita Ginny, nada más se despierta.

-Ah, buenos días y eso. Yo estoy lista para bajar- afirmo-. Espera, un segundo- me cambio el pijama por una túnica negra-. Ahora sí.

-No te has peinado.

Vaya, Parvati se ha fijado en mi pelo.

-¿Eso importa mucho?

Tras unos minutos eternos, bajo con Ginny al comedor, y me saco un desayuno de categoría. Huevos y beicon, y zumo de calabaza. No lo había probado antes, ¡pero esto es la gloria!

Acabo rápido y me levanto para ir a la mesa de Slytherin, quiero saludar a los Malfoy.

Y un segundo después de levantarme, una bandada de lechuzas entra por la puerta. Cada una se dirije a una persona, llevándole el correo, pero no veo a Jev por ninguna parte. No tendré correspondencia, básicamente porque no conozco a ningún mago, pero en cuanto pueda iré a la lechucería a por Jev, y hablaré con mi madre.

Camino hasta la mesa de Slytherin con paso resuelto; todos me miran en el comedor. En Slytherin se ponen algunos en pie, sonriendo, no creo que sea frecuente una visita entre mesas, pero sinceramente me la pela. El resto del comedor mira, extrañado, a esta mesa. Según Ron, los Slytherin tienen muy mala fama, y creo que verlos levantados y sonriendo es raro en ellos. Aunque solo sean Draco, Leah y dos tipos corpulentos.

-¡Malfoys, quiero veros aquí!- reclamo entre sonrisas.

Draco manda a paseo a los dos chicos y una chica con los que estaba hablando, y viene hacia mí sonriendo.

Hija De Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora