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-Ya me estoy acostumbrando a veros por aquí- comento.

-Sí, es que te tenemos cariño- dice Fred, tumbado en una de las camillas.

-No podemos separarnos de ti- complementa George.

-¿Y ahora qué?- digo, poniéndome la túnica blanca-. Pastillas, galletas, hechizos... ¿Qué artículo de Sortilegios Weasley os habeis tomado ahora?

-No es eso- dice Fred.

-Es una cosa que tengo en el estómago- continúa George.

-¡Y duele!

-Hija, ocúpate de ellos tú sola- dice la señora Pomfrey, y casi me asusto al oírla-. Si no te importa, claro. Yo tengo que rellenar unos papeles.

-No, claro- asiento distraídamente-. Yo me ocupo.

Oigo los tacones de Pomfrey alejarse, y entonces me permito interrogar a los gemelos sin darles tiempo a contestar.

-¿Desde cuándo os pasa? ¿Y cómo sabeis que es en el estómago de George y no en el de Fred? ¿Les duele a vuestros hermanos también? ¿O solo a vosotros? ¿Habeis probado algún artículo últimamente? ¿Teneis alergias?

-Desde el viernes- empieza Fred.

-Es en mi estómago, sí. Me duele muchísimo.

-A mí solo me molesta.

-No le hemos preguntado a nuestros hermanos.

-¿Qué más era?

-Alergias- contesto.

-Ni una alergia a nada- contestan los dos a la vez.

Respiro hondo, y me acerco mucho a la cara de George, quien tuerce el cuello.

-¿Por qué no le haces eso a Fred? A él le habría gustado- dice. Ah, pero no sabe que estoy en la enfermería, y que aquí mis modales desaparecen, así que reacciona un tanto bruscamente cuando le digo:

-Uh, muy directo. Y eso no me gusta. A ver, ¿quieres que te mire la cara y vea lo que tienes dentro o prefieres que te abra la barriga y lo compruebe con los métodos muggles?

-No me rajes como a los muggles- tartamudea George, pálido, mirándome a la cara de nuevo. Eso me hace soltar una carcajada-. ¿De qué te ríes?

-Nada- digo, ya con mi tono dulce de siempre-. Parecías un patito asustado. Y no te preocupes, no voy a hacerte nada sin avisarte antes.

Mi sonrisa parece tranquilizarle; aprovecho eso para ponerle una mano en la mejilla.

-Temperatura- explico, antes de que pueda preguntar nada-. Imprescindible. ¿Cuándo tomaste un Sortilegio la última vez?

-Fue Fred- dice, mientras yo le miro desde un poco más de distancia-. Él es quien prueba los Sortilegios, pero como ya te dije, no están acabados y...

-Bien- le corto, retirándole la mano de la mejilla para dirigirla a su cuello-. Temperatura relativamente baja, pulso estándar. Voy a compararlo con el de Fred.

Le pongo a Fred la otra mano en el cuello, quien suelta un gritito ahogado.

-¿Y ahora qué?- pregunto, pero no dejo de mirar las venas del cuello de uno y de otro.

-Tienes la mano fría.

-Cosas de genética, a mi padre también le pasa. Vale- les suelto los cuellos-, muchas gracias por sacarme de la clase de Historia de la Magia.

-Denada- responden los dos a la vez.

-¿Pero qué tenemos?- agrega George.

Me dirijo al armario de las medicinas mientras les sigo interrogando.

Hija De Nymphadora TonksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora