¡Quiere Volverme Loco!

Cap. 15 ¿Y ahora?

***Dedicado para aureagetzane, gracias por los votos***

Desde hace algún tiempo las cosas en mi vida han ido cambiando, y no porque yo quisiera, conocer a Valery ha sido como dejar que un tornado entre a mi vida, pero he podido soportarlo, hasta hoy que se me ocurrió ir a regar las plantas.

El ruido que escuché debió ser una alerta para que me fuera pero ... Fui un tonto, ahora que lo pienso ella nunca me dijo cuando se iria, yo supuse que ese mismo dia había partido, al entrar a la cocina tampoco note que la cafetera aun tenia café, ni que la puerta del balcón ya estaba abierta, tampoco me fijé en los zapatos de Valery a un rincon del sofá, creo que tuve algunas pistas para darme cuenta que alguien estaba adentro.

Fui demasiado idiota al no llamar a la puerta y más estúpido al solo entrar a la habitación de Valery, había ropa sobre la cama y la puerta del baño se abrió, era Valery, acababa de darse un baño y aun tenía la toalla puesta, al verme grito y la toalla termino en el suelo, me giré y sali volando del departamento.

¡Que idiota!, al oir la puerta cerrarse tras de mi, una ola de avergüenza recorrio mi cuerpo, estaba muy seguro que mi rostro estaba más que rojo, sin darme cuenta estaba corriendo por las escaleras, en algun momento mi cuerpo decidió que debia irme del edificio y asi termine en el primer piso.

Fue una mala idea, ya que choque con Bastian y este me miro confundido.

- ¿Vas a salir? - se acomodó la mochila esperando mi respuesta.

- Ahh.. creo que ... ( ¿que hago?)

- Joven Nauzeth - me hablo German - ¿va a salir?

- Ahh... si ( ¿acaso es tan raro que salga?)

- Señor Nauzeth - Benny se me acercó, otra más para unirse al grupo - un chofer lo espera en la entrada.

- Ahh... gracias Benny - miré a German y a Bastian - Voy ta ta tarde ... Adiós.

Sentí su mirada sobre mi nuca, pero salí casi tambaleando, llegué al auto y subí como pude.

- Buenas tardes joven - me saludo Elías.

- Buenas...

- Disculpe pero ... ¿Está usted bien?

- Ahhh... creo que si (aparte de ser un completo idiota, creo que estaba bien)

Trate de calmarme pero senti un escalofrío, me faltaba el aire y abri un poco la ventana, las manos me temblaban, era un buen momento para ver a mi loquero.

Elías me dejo en la puerta del consultorio y mis piernas no eran mías, pero pude llegar hasta donde estaba la recepcionista.
- Buenas tardes, el doctor lo atenderá en un momento - me sonrió y llamo por teléfono, seguro para anunciar mi presencia.

- Señor Morales - era la enfermera de siempre - pasé el doctor lo espera.

- Gracias - llegue tambaleando.

- Buenas tardes - me saludo mi loquero.

- Hola Doc - me deje caer en el sillon junto a la ventana, era mi lugar de siempre.

- Déjame decirte que te veo muy bien.

- ¿te estas burlando?

- No para nada, ¿Por qué lo dices?

- ¿Por qué lo digo?, acaso no es claro, ¡mirame!

- Te miró y te veo muy bien.

- ¿Bien?, tengo las manos sudorosas, las piernas me tiemblan, la cabeza me va a estallar, me falta el aire y tú, ¡Tú dices que estoy bien!.