Estaba algo extrañada al ver que la persona que detenía la puerta del ascensor era Bastian, pero su aspecto era diferente al que tenia en la mañana, ahora no solo estaba maltrecho, tenía el labio partido y el ojo algo hinchado, empezaba a tomar un ligero color morado.
- Hola - me dijo tan repentinamente que di un pequeño salto - ¿Te asusté?
- No ... para nada - sentia el ambiente frío, él se me acerco lentamente, quedando a pocos centimetros, podía sentir su respiración, ¿Qué pretendía?
- ¿Podrías moverte? - me susurró - tapas los botones.
- Lo... lo... lo siento - me moví muy despacio.
- Gracias, quiero llegar y dormir, hoy no fue mi día - dejo caer su mochila en el suelo y apretó el boton n°3.
- ¿Paso algo? - no sé ni para qué pregunte, pero él sonrió
- Casi nada, solo no pude ... alguien fue más rápido o yo fui muy lento - paso su lengua por la herida - pero él quedará peor.
- ¿Peor? - me asustaba saber a que se refería.
-- Solo digamos que tendrá más que un ojo morado - bajo la cabeza y su cabello tapo más de la mitad de su rostro, dejando ver una sonrisa macabra.
- ¿más? - la puerta se abrió y Bastian salió.
- Si... mucho pero mucho más.
Eso si que me dio miedo, pensé que el chico era tranquilo, amable y amistoso, no un pandillero, ahora entendía porque trato de abrir la puerta con esas cosas, en ese momento no le di mucha importancia, tenía algunas sospechas pero... pensé que bromeaba.
Estaba algo alarmada por la situación y la mañana no habia sido nada tranquila, solo quería llegar a descanzar, al entrar y ver mi departamento hecho un desastre solo me desanimaba, tenía tanto por hacer y estaba muy agotada, recogí un par de cosas pero me tropecé con algo y caí al suelo, el golpe no fue muy fuerte, pero aun asi estaba adolorida, comencé a buscar con lo que había chocado y me encontre con algo super curioso... en un inicio creí que era una piedra pero no... era una tortuga, una tortuga algo grande, pero super linda, al fin descubrí el misterio de lo que hacía ruido en las noches y con lo que chocaba en las madrugadas.
Busque algo para darle de comer, la pobre debía de estar hambrienta, le di agua y una lechuga, adios ensalada, luego busque el numero del anterior inquilino, antes de mudarme, me dejaron el número por si llegaba algun correo para ellos, como recién tramitaron el cambio de dirección era posible que llegara alguna carta o paquete para ellos, así que llamé.
Converse un par de minutos con un joven, era el hijo de la anterior inquilina, casi no me dijo nada que me fuera útil, solo sabía que la tortuga no era de su madre, aunque si la cuido unos meses, según él, la tortuga debió ser algun regalo para su madre hecho por alguna tía loca, pero que ahora no la podían tener, así que me dijo que hiciera lo que yo creyera mejor.
Ahora no sólo debia arreglar mi departamento, tambien buscar casa para una tortuga, al menos ya no estaría sola, lo único malo es que aún no sabia el nombre de mi compañero de cuarto, así que decidí ponerle Pet, por Petronilo, ese nombre lo escuche en un programa y siempre me llamo la atención.
En la noche volvi a tropezar con Pet, me lastime el dedo gordito del pié, no pude ponerme los zapatos y fue con tenis a la oficina, llegue tarde y tive una pelea con la cafetera, batalla que perdí, casi me quemo con el agua y estropie los papeles que me pidieron, cuando iba camino al edificio recorde que no tenia nada de comer, regrese sobre mis pisadas y compre algo de comida china, pero antes de subir al ascensor, noté que no lleve nada para Pet, tuve que buscar una tienda de mascotas y al fin pude entrar al departamento, di de comer a Pet y saque mi comida, pero por más que busque y busque los cubiertos no los encontraba, ¡era el peor dia de la historia!.
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¡Quiere Volverme Loco!
RomanceNauzet es un escritor solitario, desde hace tres años se mudo al cuarto piso de un edificio, desde entonces evita cualquier tipo de contacto con las personas, pasa la mayor parte del tiempo en su departamento, saliendo limitadas veces solo por un p...