Olvídame

28

Carld

Después del fallido intento que tuvieron los lideres con Maira, y la extraña declaración que mi madre le hizo a Jerik, todos nos encontrábamos reunidos procesando toda la información nueva.

—es imposible que tenga sueños. —dijo Marc.

—pero los tiene.

Cuando estuvieron en el círculo, mi madre trato de buscar algo en la cabeza de Maira y descubrió una barrera, la que explicaba la falta de recuerdos, pero esta tenía una especie de fuga que se manifestaba como sueños. O eso es lo que mi madre le dijo a Jerik.

Me gustaría saber que tanto vio mi madre.

—¿Cómo? —pregunte a nadie en especial.

—ella no es del todo como ellos. —dijo Lara sorprendiéndonos.

—esa es una buena explicación. —Ciela estaba nerviosa —pero entonces ¿Qué es?

—eso no importa. —dijo Jerik —lo que importa es que podemos revertir la conversión.

Estaba sin habla.

—¿eso se puede?

—no lo sabremos hasta hablar con el aquelarre. —dijo Ciela lanzándole miradas asesinas a Jerik —primero debemos decirles a los demás las buenas noticias.

—¿Imanol no iba a hablar con el aquelarre? —pregunte.

Jerik se paso la mano por el cabello revolviéndolo más de lo que estaba.

—no es deber de Imanol, es nuestro —Ciela se pudo al lado de Jerik dándole apoyo —tenemos que estar en el consejo, aunque no me quieran ahí.

—mi madre esta de nuestra parte en esto, ella mediara por nosotros —una mirada de advertencia de parte de Ciela, me hizo apresurar en decir —en caso de que no les permitan entrar en la reunión, claro está.

Jerik no parecía muy convencido.

—¿Qué más podemos hacer? —Lara tomo mi mano, se veía más calmada de lo que espere que estuviera con todo lo que había pasado.

—¿Además de esperar? —dijo sarcástico Marc.

Ciela se acerco a él y le dio un golpe en la cabeza.

—deberíamos ponernos en marcha. —sugerí —aunque Maira no puede quedarse sola y no estoy seguro que la luz no la lastimaría.

Jerik estuvo de acuerdo con migo.

—¿Quién se queda con ella?

No hubo muchos voluntarios, lo que estaba esperando cuando sugerí irnos.

—puedo quedarme. —dije casualmente.

Lara apretó mi mano.

—¿No creo que sea buena idea? —me miro a los ojos —deberías venir con nosotros, así hablarías con tu madre.

Jerik parecía sopesar esa opción.

—puedo enviarle un mensaje a madre. —Mire intencionalmente a Marc —o, tú puedes quedarte.

Marc me miro a los ojos fijamente unos segundos antes de bajarla a sus manos. Sabía lo que estaba pensado o recordando.

—tal vez me necesiten ahí. —dijo Marc con los dientes apretados —si ustedes no pueden entrar en la reunión como en el circulo, yo puede ser de ayuda.

Jerik hundió los hombros cansado.

—tienes razón hijo.

A mi lado Lara hundió los hombros con derrota, ella no se quedaría su miedo por Maira era demasiado.