Normal.No. Normal no iba conmigo. Al menos no con mi nueva yo.
Ciela y Jerik me dieron la noticia y me dejaron sola para asimilar todo lo que había pasado. Me sentía tan rara. Como si esto fuera un sueño. Uno muy vivido.
Estaba tan cansada, tanto física como emocionalmente.
Había corrido con todas sus fuerzas, aún así era tarde.
Greg, podía ver su rostro tan claro ahora. Él respiraba con dificultad. Estaba asustado. En medio de la noche vio la luz de una fogata.
—espera. —a su lado apareció una joven sonrojada por la carrera.
Greg la vio por el rabillo con el ojo, pero no me contestó. En cambio corrió en la dirección del fuego. La chica a su lado gruñó frustrada y lo siguió.
Cuando llegaron, Greg se quedó petrificado en su lugar. Ahí estaba ella, su esposa, tendida junto al fuego en una posición imposible, con los ojos muy abiertos y mirando a la nada. No se movía.
La chica fue la que se acercó hasta ella.
—aun esta viva, —dijo bajito —pero no por mucho. Lo siento, llegamos tarde.
Greg salió de su trance.
—si aún está viva, ¿Por qué no haces algo?
La chica ignoro por completo a Greg y siguió su inspección a la mujer.
—¿Qué haces?
—la ayudo a cruzar, —dijo concentrada en lo que pensaba —ella debe irse en paz, así podrá volver en paz también.
—no quiero que se vaya.
Ella lo miro a los ojos.
—no puedes hacer nada para detenerlo. Su cuerpo ya no puede más.
Greg respiraba agitadamente y se paseaba de un lado a otro.
—podemos hacer algo para tenerla de vuelta.
Ella negaba firmemente. No daría su brazo a torcer. O al menos eso se dijo antes que Greg sonriera ferozmente.
—pobre Alfredo, tan sólo en mi casa —vio satisfecho como ella se estremecía —tal vez deba sacarlo de su miseria ¿Qué opinas?
—te arrepentirás de esto.
—no te conviene amenazarme.
—no es una amenaza, es la verdad. —mantuvo las manos firmes sobre el cuerpo de la mujer —si la quieres mantener en este mundo, debes tener un cuerpo al que enviar su esencia o está se perderá y nunca volverá a reencarnar.
Greg mostró los dientes de manera amenazadora, pero ella no se movió ni un ápice.
—piensa rápido Vampiro. —el sudor se había empezado a formar en sus sienes y sus manos empezaron a temblar ligeramente. —no puedo contenerla más.
La mente de Greg iba a mil por hora. La chica gimió débilmente y a él no se le ocurrió nada mejor que decirle:
—a una bruja.
La chica lo miraba incrédula.
—ya me oíste. Envía la con el aquelarre más cercano.
La bruja empezó el hechizo, sacando diversas cosas que llevaba en un pequeño bolso alrededor de sus caderas. Una pequeña luz se formó entre los pechos de la mujer en el suelo y se elevo tomando forma de gorrión.
—te veré pronto amada mía. —prometío Greg, cuando el ave se acercó a él y revoloteo a su alrededor un momento antes de volar más rápido de lo que un ave normal haría.
—¡Basta ya!
Varias manos me sujetaron tirándome de regreso hacia la realidad. Sentía como si me sacaran del agua.
—¿Qué te pasa?
Apolo y Marc me sostenían cada uno por un brazo. Jerik me miraba de lejos. Olfateé el aire y la sangre me hizo rugir.
Paseé la mirada por todo el lugar y lo que vi me confirmó que lo Normal no era para mí.
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Olvídame
ParanormalLo primero que sentí fue... nada. No había nada, parecía estar suspendida en el aire, no podía abrir los ojos pero no me molestaba porque todo estaba tan calmado. La paz pareció durar por siempre, no sabía cuánto llevaba en ese estado, y de un mome...