Greg
Cuerpos regados en la calle, algunos se quemarían con el sol. Otros no.
—ya casi es hora, —dijo Fred a la cabeza de lo que sería una emboscada por dos bandas.
Una bruja esta a su lado.
—no quiero que nadie mas salga herido. —se quejo ella.
—y yo no voy a dejarte ir. —corte cualquier replica. —ellos no nos separaran, entiendes.
Ella bajo la mirada, su alborotado cabello cubriendo parcialmente su rostro.
Le hice una seña a mis hombres para que nos dejaran solos un momento.
—mírame pequeña. —estire la mano esperando a que ella la tomara, pero no lo hizo. —Yara. —la llame.
Ella movía el pie de forma nerviosa. Esto estaba siendo más difícil de lo que yo pensaba. Me acerque a ella que se negaba a mirarme.
—Yara, mi pequeña, no podemos esperar a que ellos simplemente se rindan. —ella no se alejo cuando la atraje a un abrazo —tenemos que atacarlos antes que ellos vuelvan a hacerlo.
Ella se apretó a mi lado.
—pero ellos son mi familia.
Tome su rostro obligándola a mirarme a los ojos.
—yo soy tu familia ahora, ¿me entiendes? —Yara quería decirme algo mas, pero se contuvo —te amo Yara y juro que nada te alejara de mi. —tome su mano derecha y bese el anillo que pues en su dedo hace menos de seis semanas —nada.
Gire el anillo entre mi dedos, todo lo que me quedaba de ella y ni siquiera estaba completo. Le faltaba la piedra, era de succinum. Fue muy difícil de encontrar y se la entregue a la única mujer que me pudo amar.
Fred no se había movido de su lugar y al caer la noche, tampoco yo lo había hecho.
—Fred, —dije sin apartar la mirada del anillo en mi mano —¿Quién crees que lo haga?
—¿Hacer qué?
—matarme.
Silencio.
—sabes que odio hacer preguntas y que no las respondan.
Pero el siguió en silencio. Gire el anillo una ultima vez antes de volver a ponérmelo en el dedo meñique.
—Fred...
Empecé pero me detuve al ver que Fred ya no estaba solo.
—al fin llegaron, me estaba cansando de esperarlos.
Pete estaba al frente de los seis hombres que obstruían la puerta. Sospechaba que habían mas en el patio.
—tú lo harás.
Pete negó.
—síguenos.
Los seguí.
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Olvídame
ParanormalLo primero que sentí fue... nada. No había nada, parecía estar suspendida en el aire, no podía abrir los ojos pero no me molestaba porque todo estaba tan calmado. La paz pareció durar por siempre, no sabía cuánto llevaba en ese estado, y de un mome...